La última noche del año no dio tregua a los equipos de emergencia en Cataluña. En apenas unas horas, Bomberos de la Generalitat (Bombers) tuvieron que actuar en dos incendios de gran magnitud que, por fortuna, no causaron víctimas mortales, pero sí generaron gran alarma entre la ciudadanía. El primer siniestro tuvo lugar en L’Hospitalet de Llobregat, mientras que el segundo se desató en una vivienda de la ciudad de Lleida, provocando importantes daños materiales y la total destrucción de la estructura.
Incendio en una furgoneta en L’Hospitalet de Llobregat
La primera intervención se produjo a última hora de la noche, sobre las 22:27 h del 30 de diciembre, cuando una llamada de emergencia alertó sobre las llamas que envolvían a una furgoneta estacionada en la avenida Mare de Déu de Bellvitge, en el municipio de L’Hospitalet de Llobregat. Según la información facilitada por Bombers, el vehículo quedó completamente calcinado, pero afortunadamente estaba aislado de otros automóviles y edificaciones cercanas.
Los efectivos de Bomberos acudieron de inmediato y pudieron extinguir el fuego rápidamente, evitando que se propagara a la vegetación o a cualquier estructura colindante. Dado que la furgoneta estaba en una zona apartada, no hubo que lamentar daños adicionales ni personas heridas. El incidente, no obstante, generó una densa humareda y obligó a cortar momentáneamente los accesos a la zona hasta que la situación quedó bajo control.
Una vivienda arrasada en Lleida
Mientras los bomberos todavía revisaban que no se reavivasen las llamas en L’Hospitalet, pasada la medianoche se activaba un segundo aviso, esta vez en el municipio de Lleida. Sobre las 03:49 h, el fuego comenzó a devorar una casa de planta baja y un primer piso (PB+1) ubicada en la calle Eugeni d’Ors del barrio de Gualda. El incendio revistió una especial gravedad, ya que el techo colapsó debido a la intensidad de las llamas y a la gran cantidad de material combustible acumulado en la primera planta, principalmente maderas y enseres.
De acuerdo con el parte oficial de Bombers, el fuego no se extendió más allá de la propia parcela, donde además se localiza un almacén y un patio. Sin embargo, la magnitud de las llamas obligó a los bomberos a desplegar un gran número de efectivos para controlar la situación y prevenir posibles focos secundarios. La vivienda quedó totalmente destruida, pero no se han reportado heridos ni vecinos afectados de gravedad, lo cual, dadas las circunstancias, supone un alivio para la zona.
Una noche marcada por la acción de los bomberos
La sucesión de estos dos incendios, uno a última hora de la noche y otro de madrugada, sumados el de Sant Celoni, convierte el cierre del año en un auténtico maratón de actuaciones de emergencia. Gracias a la rápida intervención de los equipos especializados, las consecuencias han sido menos graves de lo que podrían haber sido en caso de no detectarse a tiempo. Aun así, las pérdidas materiales han sido considerables, en especial en la casa afectada de Lleida.