Lo que debía ser un día tranquilo en la costa acabó convirtiéndose en una tragedia irreparable. Dos personas han perdido la vida tras ahogarse en incidentes separados que, aunque sucedieron en ubicaciones próximas, no parecen tener relación directa entre ellos. Este dramático desenlace vuelve a poner sobre la mesa los peligros que acechan en las playas y la necesidad de extremar las precauciones.
Hechos dramáticos en Moraira y Altea
El primero de los incidentes tuvo lugar en la playa de El Portet, en Moraira, donde las alarmas se activaron alrededor de las 14.40 horas del pasado miércoles. El Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) recibió la alerta de un posible ahogamiento. De inmediato se movilizaron los servicios sanitarios, desplazándose al lugar una ambulancia de Soporte Vital Básico (SVB) y otra unidad del Servicio de Ayuda Médica Urgente (SAMU).
El equipo médico encontró en situación crítica a un hombre de 73 años, a quien lograron estabilizar tras realizar maniobras avanzadas de reanimación cardiopulmonar. Dada la gravedad, el afectado fue trasladado en helicóptero al Hospital de Dénia. Pese a los esfuerzos realizados, el centro hospitalario confirmó su fallecimiento poco después.

Horas más tarde, aproximadamente a las 19.15 horas, un segundo incidente tuvo lugar en la playa de l'Espigó, en Altea. La víctima, un hombre de 46 años, no respondía cuando los servicios médicos del SAMU llegaron al lugar tras otra llamada de emergencia. En esta ocasión, pese a los intentos de reanimación, solo se pudo certificar su muerte en el lugar de los hechos.
Alerta y recomendaciones tras las tragedias
Estos sucesos han llevado a las autoridades sanitarias a insistir en la importancia de respetar las normas básicas de seguridad acuática. El Servicio de Emergencias Sanitarias ha recordado que la prevención es clave para evitar este tipo de desenlaces fatales, especialmente en playas que carecen de vigilancia constante o que presentan condiciones del mar cambiantes.
Las circunstancias de ambos ahogamientos están aún pendientes de aclaración definitiva, por lo que la autopsia será crucial para determinar las causas exactas que provocaron estos trágicos finales. Se desconoce, hasta ahora, si los fallecidos presentaban condiciones médicas previas o si factores externos pudieron contribuir al desenlace fatal.

Algo habitual y precisamente por eso se debería tener más en cuenta
Estas tragedias vuelven a abrir el debate sobre la necesidad de mejorar los servicios de vigilancia y rescate en muchas de las playas frecuentadas por residentes y turistas. Aunque las playas valencianas suelen contar con sistemas de seguridad eficaces, es fundamental que bañistas y visitantes también asuman responsabilidades propias en materia de autoprotección.
La doble pérdida registrada en Moraira y Altea ha dejado una profunda consternación entre vecinos y visitantes. El recuerdo de estas víctimas debe servir para reforzar el compromiso colectivo hacia una mayor seguridad en nuestras costas.