Calle inundada por la lluvia con contenedor flotando y coches estacionados a los lados.

Desastre en una localidad catalana al desbordarse una riera

El meteorólogo Oriol Rodríguez ha compartido las imágenes a través de su cuenta de Twitter

La localidad de Badalona, en la comarca del Barcelonès, ha sido una de las más afectadas por las intensas lluvias que desde la madrugada de este sábado han causado estragos en varias zonas de Catalunya. La fuerte precipitación ha provocado el desbordamiento de la riera de Canyet en la avenida Martí Pujol, en pleno centro de la ciudad, transformando las calles en auténticos ríos que arrastran agua, ramas y escombros. Las imágenes compartidas en redes sociales por el meteorólogo Oriol Rodríguez muestran la magnitud del fenómeno, con la corriente atravesando calles y alcanzando los vehículos estacionados, en un ambiente de caos y alarma.

El temporal ha activado a los equipos de emergencias en toda la región, y el teléfono de emergencias 112 ha registrado alrededor de 200 llamadas relacionadas con las fuertes lluvias. Badalona ha sido una de las localidades que más llamadas ha realizado, con un total de 31, seguido de Barcelona y Sitges. Según el Servei Meteorològic de Catalunya (SMC), se han registrado acumulaciones de hasta 80 litros por metro cuadrado en áreas del Penedès y el Camp de Tarragona, y se espera que la borrasca continúe desplazándose hacia el norte, afectando a las comarcas de Girona en las próximas horas.

Un camión de bomberos
Un camión de bomberos | ACN

Intensas precipitaciones y acumulaciones de agua

El aguacero ha dejado registros de hasta 36 litros por metro cuadrado en la estación de Badalona-Museu, mientras que en el Maresme se han acumulado 34,1 litros en Cabrils, con un volumen de 13 litros en tan solo 10 minutos. Estas precipitaciones intensas han provocado el colapso de varias calles y la inundación de plantas bajas y estacionamientos en distintas localidades, especialmente en el litoral y el prelitoral. Las autoridades han advertido que el episodio de lluvias podría extenderse hasta la tarde y alcanzar acumulaciones superiores a los 100 litros por metro cuadrado en las próximas 24 horas, particularmente en áreas del Pallars Jussà, Alta Ribagorça, Berguedà y Solsonès.

La Agencia Catalana del Agua (ACA) y la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) han iniciado un seguimiento exhaustivo de los niveles de las cuencas fluviales ante la posibilidad de nuevos incrementos en el caudal debido a las intensas precipitaciones. Con el riesgo de acumulaciones significativas de agua, las autoridades están en alerta máxima para prevenir inundaciones en zonas vulnerables.

Intervenciones de los bomberos y servicios de emergencia

Desde la noche del viernes, los Bomberos de Catalunya han llevado a cabo 162 intervenciones relacionadas con el temporal. Las actuaciones han incluido desde la limpieza de calzadas y el retiro de árboles caídos hasta la evacuación de agua en edificios afectados y la atención de daños en infraestructuras. En total, se han atendido 175 incidencias en las últimas horas, de las cuales 39 se han registrado este sábado por la mañana. Por regiones, las áreas más afectadas han sido la REMSud, con 61 intervenciones, y la REMNord, con 44.

La acumulación de agua ha generado situaciones críticas en muchas zonas urbanas, con calles completamente anegadas que han dificultado el tránsito y generado problemas de movilidad. En Badalona, el desbordamiento de la riera de Canyet ha sido especialmente impactante, arrastrando objetos y afectando los accesos en la zona céntrica de la ciudad. Las autoridades han instado a la población a extremar las precauciones, evitando desplazamientos innecesarios y alejándose de las áreas inundadas.

Prevención y recomendaciones ante las fuertes lluvias

Ante la persistencia del temporal, Protecció Civil ha lanzado una serie de recomendaciones para la ciudadanía. Se aconseja evitar acercarse a cauces de ríos y barrancos, así como no cruzar áreas donde el agua haya alcanzado un nivel considerable. La prioridad de las autoridades es garantizar la seguridad de los habitantes y prevenir situaciones de riesgo, especialmente en las áreas donde el agua se ha acumulado de manera más significativa.