El domingo arrancó con un importante contratiempo para los usuarios de Rodalies que viajaban hacia el norte de Catalunya. A media mañana, muchos pasajeros se vieron sorprendidos por una situación inesperada que obligó a modificar sus planes y puso a prueba la respuesta de los servicios de emergencia y transporte.
Las redes sociales comenzaron a llenarse de mensajes de viajeros desconcertados y de avisos oficiales sobre alteraciones en la circulación ferroviaria. Lo que parecía un domingo tranquilo pronto se transformó en una jornada marcada por la incertidumbre y la espera en los andenes.
Un suceso inesperado paraliza la circulación ferroviaria
Poco después de las 10 de la mañana, la circulación de trenes quedó completamente interrumpida en dos líneas clave del servicio de Rodalies: la R11 y la RG1.
La causa de esta interrupción fue un atropello ocurrido a las puertas de la estación de Sils, en la comarca de la Selva. Según las informaciones facilitadas por Protecció Civil y Renfe, una persona fue arrollada mientras cruzaba las vías en un punto no autorizado de paso, una situación que lamentablemente se repite en ocasiones en la red ferroviaria.
El accidente se produjo a las 10.10 horas, justo cuando un convoy atravesaba el tramo comprendido entre Maçanet-Massanes y Caldes de Malavella. Como medida inmediata y siguiendo el protocolo establecido en estos casos, la circulación ferroviaria fue suspendida en ambos sentidos a petición de los Mossos d'Esquadra y la autoridad judicial.
De este modo, los trenes que circulaban por la zona se vieron obligados a detenerse, provocando la acumulación de viajeros en diferentes estaciones del trayecto afectado.
Medidas de emergencia y reacción de los servicios
Ante la gravedad de la situación, Renfe activó un servicio alternativo por carretera para garantizar el traslado de los pasajeros entre las estaciones de Caldes de Malavella y Maçanet-Massanes. El tren Media Distancia 15843, que había salido de Barcelona Sants a las 8.48 con destino Portbou, fue uno de los más afectados. Los pasajeros de este convoy tuvieron que ser evacuados y trasladados en autobús hasta que la circulación pudiera restablecerse.
Al mismo tiempo, Protecció Civil activó la prealerta del pla Ferrocat, un protocolo especial que se pone en marcha ante incidentes graves en la red ferroviaria catalana.
Este plan permite coordinar la actuación de los diferentes cuerpos de emergencia y asegurar la seguridad tanto de los pasajeros como de los propios equipos de intervención.
Durante varias horas, la incertidumbre dominó la jornada para centenares de usuarios, muchos de ellos con destino a Girona o a municipios de la Costa Brava. Las plataformas digitales y las pantallas informativas de las estaciones se convirtieron en el principal canal de información, con mensajes de Renfe actualizando la evolución de la incidencia.