Coche negro circulando por una carretera de doble línea amarilla con un ave blanca levantando vuelo cerca del borde del asfalto

Un conductor la lía, pillado a 174 km/h: Se enfrenta a pena de prisión

El conductor se enfrenta a una posible pena de cárcel por infracción muy grave.

La tranquilidad de la mañana del lunes 26 de mayo en Ulldecona, un pequeño municipio del Montsià, se vio alterada por un acto de pura temeridad. Eran las 09:21 horas cuando un coche negro irrumpió como una exhalación por la carretera TP-3311. No se trataba de un vehículo de emergencia ni de una carrera legal. 

Los Mossos d’Esquadra, que se encontraban realizando un control rutinario de velocidad en el tramo, captaron con su radar una cifra que resultó casi irreal: 174 kilómetros por hora en una vía cuya velocidad máxima permitida es de tan solo 70. La diferencia es tan brutal que hablamos de un delito penal contra la seguridad vial.

Más rápido que el Dakar, pero sin excusa

La velocidad a la que circulaba este hombre de 29 años supera incluso el límite del famoso Rally Dakar, que suele establecer una velocidad máxima de 170 km/h para determinadas etapas. El joven conductor rebasó ese umbral en una carretera interurbana común, lo que elevó su temeridad a niveles inadmisibles.

Un agente de policía de espaldas junto a un coche patrulla de los Mossos d'Esquadra.
Un agente de policía de espaldas junto a un coche patrulla de los Mossos d'Esquadra. | Mossos d'Esquadra, XCatalunya

Los agentes lograron interceptar el vehículo —un Seat negro— a pocos kilómetros del radar y procedieron a identificar al conductor. Acto seguido, se levantó una denuncia penal que fue remitida al Juzgado de Instrucción de Guardia de Amposta, donde deberá comparecer en los próximos días.

Un delito con serias consecuencias

Lo que parecía una simple infracción de tráfico se ha convertido en un proceso penal con posibles consecuencias muy serias para el infractor. Según el Código Penal español, este tipo de conducta puede ser castigada con: Una pena de entre 3 y 6 meses de prisión, una multa económica que puede oscilar entre los 6 y los 12 meses de ingresos del infractor o trabajos en beneficio de la comunidad durante un periodo de 31 a 90 días.

Un agente de policía de espaldas observa a un motociclista en la carretera con un velocímetro superpuesto en la imagen.
Un agente de policía de espaldas observa a un motociclista en la carretera con un velocímetro superpuesto en la imagen. | Mossos d'Esquadra, XCatalunya

Pero no es todo. Además de estas sanciones principales, el conductor podría perder el permiso de conducción por un periodo de entre 1 y 4 años, algo que, para muchas personas, supondría un duro revés tanto en su vida laboral como personal.

Una alerta sobre la conciencia al volante

Este suceso ha despertado un nuevo debate sobre el exceso de velocidad en las carreteras secundarias. A menudo, estos tramos interurbanos se perciben como “menos peligrosos” por su baja densidad de tráfico. Sin embargo, las estadísticas y episodios como este demuestran que son precisamente estos entornos donde el exceso de velocidad puede tener consecuencias más trágicas.

Los Mossos d’Esquadra han reiterado la importancia de respetar los límites de velocidad, señalando que el 40% de los accidentes mortales en vías interurbanas en Catalunya están relacionados con este tipo de infracciones.

Y lo más impactante: no hubo víctimas de milagro

El tramo donde se produjo la infracción, además de ser estrecho y sinuoso, suele estar transitado por ciclistas y peatones durante las primeras horas del día. Afortunadamente, el vehículo no colisionó con nadie ni perdió el control, pero el riesgo potencial fue altísimo.

Según fuentes de los Mossos, si ese coche hubiera tenido un fallo mecánico o se hubiera cruzado otro vehículo, estaríamos hablando hoy de una tragedia con víctimas mortales. Por ahora, el conductor enfrentará la justicia, pero su imprudencia deja una advertencia clara para todos: la carretera no es un circuito, y la vida no da segundas oportunidades cuando hablamos de velocidad.