La seguridad estructural de los edificios en áreas urbanas es una preocupación constante, especialmente en construcciones antiguas o sometidas a condiciones meteorológicas adversas. Catalunya, como muchos otros con un amplio patrimonio arquitectónico, debe mantener la seguridad de sus edificios y proteger a sus habitantes.
Los equipos de emergencias, como los bomberos, juegan un papel fundamental en la prevención y resolución de situaciones peligrosas cuando una estructura falla o muestra signos de colapso. Estos profesionales deben actuar rápidamente para minimizar el riesgo y garantizar la seguridad de las personas, incluso si esto implica desalojo y grandes operativos de inspección.
Colapso parcial de una cubierta en Lleida
El último incidente de este tipo ocurrió en Lleida, en el barrio de Canyeret, cuando un tramo de 12 metros cuadrados de la cubierta de un edificio de tres plantas ubicado en la Calle d’Algerri se derrumbó, extendiéndose desde la terraza hasta la planta baja. Según informaron los Bombers de la Generalitat, el colapso tuvo lugar alrededor de las 17:46 de la tarde, afortunadamente sin causar víctimas. En el momento del accidente, los ocupantes del edificio se encontraban fuera de la construcción, evitando así posibles lesiones.
La gravedad del incidente ha llevado a los bomberos a movilizar un operativo importante para asegurar la zona y evaluar el riesgo de nuevos colapsos. Hasta siete dotaciones de los Bombers, incluyendo unidades especializadas en rescate y evaluación estructural, fueron desplegadas en el lugar para realizar una inspección exhaustiva y valorar las condiciones del edificio, así como de las edificaciones colindantes.
Medidas de prevención y desalojo de viviendas contiguas
Como medida de precaución, las autoridades procedieron a evacuar las viviendas contiguas mientras se realizaban las labores de inspección. Aunque el colapso no comprometió directamente las estructuras aledañas, los bomberos decidieron despejar la zona para prevenir cualquier accidente en caso de que se produjera un nuevo desprendimiento o se detectaran problemas adicionales en la estructura del edificio afectado.
La presencia de drones y de unidades del Grupo de Rescate y Emergencias de Cataluña (GREC) facilitó la inspección de la zona desde el aire, permitiendo obtener una visión global del daño y evaluar posibles riesgos adicionales. Esta tecnología es particularmente útil en situaciones de este tipo, donde acceder físicamente a las zonas afectadas puede ser peligroso y ralentizar el proceso de evaluación.
Una actuación rápida y coordinada
El despliegue de siete dotaciones de bomberos refleja la importancia de una respuesta coordinada en este tipo de incidentes. La rapidez con la que actuaron los servicios de emergencia permitió controlar la situación en pocas horas y garantizar la seguridad de los vecinos. Además de los bomberos, otras entidades como el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) y la policía local colaboraron en las tareas de prevención y en la organización del operativo.
El incidente ha generado preocupación entre los vecinos de la zona, quienes han manifestado su inquietud por el estado de las construcciones en el barrio. Muchos residentes temen que la falta de mantenimiento en algunos edificios pueda ocasionar más incidentes similares en el futuro. La presencia de edificios antiguos, combinada con condiciones climáticas adversas, como fuertes lluvias o cambios de temperatura, puede afectar las estructuras y aumentar el riesgo de colapso.