Permitir que un menor conduzca un coche representa un grave riesgo tanto para él mismo como para los demás. Los menores no suelen contar con la madurez emocional ni la experiencia necesaria para manejar situaciones de estrés o imprevistos en la carretera, lo que incrementa considerablemente el riesgo de accidentes. Además, la falta de conocimientos técnicos sobre las normas de tráfico y el control del vehículo puede llevar a errores fatales.
Otro peligro es que la conducción de un menor puede generar consecuencias legales graves para los padres, quienes son responsables de velar por su seguridad y la de los demás. Las leyes son estrictas en este sentido, y permitir que un menor conduzca no solo pone en riesgo vidas, sino que también puede acarrear sanciones económicas y penales. Por ello, es fundamental esperar hasta que el menor alcance la edad legal y haya completado el entrenamiento adecuado para conducir de manera segura.
Un menor la lía con el coche de su padre
En torno a las cuatro de la madrugada del pasado domingo, una patrulla de la Guàrdia Urbana de Lleida vio como se aproximaba a ellos un vehículo a gran velocidad. Los agentes le vieron por la calle del paseo de Ronda, aunque en un primer momento le perdieron el rastro por las diferentes avenidas de la ciudad catalana. No obstante, unos instantes después del primer encuentro, la Guàrdia Urbana pudo localizarlo en la calle Riu Éssera, donde tuvo lugar el inicio de una persecución que podría haber acabado fatal.
El conductor del vehículo que iba a gran velocidad se dirigió hacia la avenida Alcalde Rovira, y con una conducción muy temeraria estaba huyendo de la policía por dentro del municipio. Los Mossos de Esquadra también se unieron a la persecución, y vieron de muy cerca como el automóvil que perseguían estuvo muy cerca de colisionar contra los agentes. Finalmente, esta huida sacada de una película acabó con el coche estrellado en la rotonda de la ciudad que daba la salida a la carretera de la N-240.
El impacto fue a tanta velocidad que hizo que el vehículo diera varias vueltas de campana y acabara volcando en el medio de un parque infantil de Lleida. Por suerte, no se tuvo que lamentar ningún herido peatonal, pero el incidente podría haber terminado muy mal. El momento más impactante para los agentes, pero, llegó cuando sacaron al conductor del vehículo y vieron que se trataba de un chico de tan solo 14 años.
El menor había cogido el coche de su padre y había salido a dar un paseo por el municipio, pero se le fue de las manos y casi origina una tragedia. Tras ser llevado al Hospital Arnau de Vilanova de Lleida, los agentes procedieron a detenerle, ya que ya puede ser imputado a esta edad. Así pues, se le atribuye diferentes delitos contra la seguridad vial por conducción temeraria y por conducir sin carnet, además de un atentado contra agentes de la autoridad.