La tarde del viernes suele ser sinónimo de tráfico intenso en las principales vías de acceso a Barcelona, especialmente en aquellas que conectan con los municipios del área metropolitana. Sin embargo, lo que comenzó como una jornada habitual en la carretera se convirtió en un verdadero problema para cientos de conductores que quedaron atrapados en un monumental atasco en la C-33.
Un accidente bloquea un carril y desata el colapso
Según informó el Servei Català de Trànsit, un accidente ocurrido en la C-33 obligó al cierre de un carril en dirección a Barcelona, lo que provocó una acumulación de más de cinco kilómetros de vehículos entre Montcada i Reixac y la entrada a la ciudad. La incidencia se registró alrededor de las 15:40 horas y, en cuestión de minutos, las retenciones se hicieron evidentes, con largas filas de coches, autobuses y camiones avanzando con extrema lentitud.
Las cámaras de tráfico captaron la magnitud del colapso, con imágenes en las que se puede observar una congestión severa, típica de un viernes por la tarde, pero agravada por el siniestro. Hasta el momento, no se han reportado heridos, aunque el impacto en la movilidad ha sido considerable.
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Conductores atrapados y alternativas limitadas
El accidente llegó en un momento crítico: el inicio del fin de semana, cuando miles de vehículos se dirigen hacia la ciudad o buscan salir de ella. Muchos conductores quedaron atrapados en el atasco sin posibilidad de tomar desvíos efectivos, ya que las opciones de rutas alternativas también presentaban tráfico denso debido al volumen habitual de la jornada.
Desde Trànsit se recomendó a los automovilistas consultar el estado de las carreteras antes de emprender sus desplazamientos y, en la medida de lo posible, evitar la C-33 hasta que la situación se normalizara.
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Una vía con antecedentes de colapsos
La C-33 es una de las principales arterias de acceso a Barcelona y, a menudo, es escenario de largas retenciones, especialmente en días laborables y horas punta. Accidentes como el de esta tarde agravan un problema recurrente en la movilidad de la zona, generando demoras que pueden extenderse durante horas.
A la espera de la retirada de los vehículos implicados, las autoridades siguen monitoreando la situación para restablecer la fluidez del tráfico lo antes posible. Mientras tanto, cientos de conductores continúan avanzando lentamente, tratando de sortear un inicio de fin de semana marcado por la impaciencia y la frustración en la carretera.