El tráfico se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para los conductores en Barcelona esta mañana. Lo que parecía una jornada más en la ciudad ha quedado marcado por varios sucesos que ha provocado un gran colapso en una de sus principales vías de acceso. Además de un importante siniestro múltiple en la AP-7, se ha generado otro importante siniestro en otra de las carreteras principales de la capital catalana, que ha afectado a miles de conductores que por allí se hallaban.
A primera hora, la Ronda Litoral/B-10 ha quedado completamente cortada en dirección Llobregat a la altura del Morrot debido a un accidente. Inicialmente, no se conocían los detalles del siniestro, pero las consecuencias han sido inmediatas: largas retenciones que han afectado a miles de conductores que circulaban en esta concurrida vía.
La congestión ha alcanzado proporciones preocupantes, con colas de hasta 9 kilómetros desde Sant Adrià de Besòs, una de las mayores retenciones registradas en los últimos tiempos en este tramo. La situación ha llevado a las autoridades a recomendar rutas alternativas para tratar de reducir la carga vehicular.
Se confirman los detalles del siniestro
Minutos después de la primera alerta, Trànsit ha actualizado la información, confirmando que el accidente ha involucrado a un camión y dos turismos. El siniestro ha obligado a mantener la vía cerrada mientras los equipos de emergencia trabajaban en la zona.
Las imágenes del lugar mostraban un panorama caótico: vehículos detenidos durante largos periodos de tiempo, agentes de tráfico regulando la situación y servicios de emergencia actuando para resolver el incidente lo antes posible. Ante la magnitud del atasco, se han implementado desvíos a la altura de la salida 20 para tratar de aliviar la congestión, aunque el tráfico seguía viéndose seriamente afectado. En total, han sido unos 25 minutos de parón total e incluso podían apreciarse conductores que han bajado de sus vehículos para indagar qué estaba ocurriendo.
Reapertura de la vía, pero con complicaciones
Pasadas las 10:30 de la mañana, la situación ha comenzado a normalizarse con la reapertura de la vía. Sin embargo, las retenciones aún persistían, dado el alto volumen de vehículos atrapados en el embotellamiento. A pesar del restablecimiento de la circulación, los efectos del colapso seguirán notándose en las próximas horas.
Este episodio pone de manifiesto, una vez más, la fragilidad de la movilidad en Barcelona cuando un accidente afecta a sus arterias principales. Las autoridades han recordado la importancia de la prudencia al volante y han pedido paciencia a los conductores ante incidentes de este tipo que pueden generar grandes trastornos en la circulación.