Este sábado, la carretera C-31 en Hospitalet de Llobregat ha sido escenario de un accidente que, combinado con las lluvias intensas, ha provocado un importante caos en la circulación de entrada a Barcelona. Según el Servei Català de Trànsit, el incidente ha obligado a cortar uno de los carriles, generando largas retenciones y dificultando el tránsito en una de las principales vías de acceso a la ciudad.
El accidente ocurrió en el tramo cercano al punto kilométrico 197, y aunque los detalles del siniestro no han sido completamente esclarecidos, el impacto ha sido suficiente para colapsar el tráfico, especialmente en un día marcado por las precipitaciones. Las lluvias persistentes que han caído sobre Catalunya desde la madrugada han intensificado los problemas, aumentando el riesgo de nuevos incidentes debido a la disminución de la adherencia en el asfalto.
Las autoridades han recomendado a los conductores que extremen las precauciones y, en la medida de lo posible, opten por rutas alternativas para evitar la C-31. Esta vía suele experimentar una alta densidad de tráfico en días laborables, pero la combinación de un accidente y las condiciones meteorológicas adversas ha llevado la situación a un nivel crítico.
La combinación de lluvias y tráfico: una mezcla peligrosa
Las lluvias de hoy no solo han causado estragos en Hospitalet de Llobregat, sino en varios puntos de Catalunya. La acumulación de agua en la carretera, junto con el tráfico denso y las condiciones resbaladizas, aumenta considerablemente el riesgo de accidentes. En situaciones de lluvia intensa, el fenómeno conocido como “aquaplaning” se convierte en una amenaza constante, ya que los neumáticos pierden contacto con la superficie de la carretera, lo que dificulta el control del vehículo. Este fenómeno es particularmente peligroso en vías de alta velocidad como la C-31, donde los conductores suelen circular a velocidades elevadas.
Además, la visibilidad se ve afectada por las precipitaciones, dificultando la percepción de la distancia entre vehículos y reduciendo el tiempo de reacción ante frenazos imprevistos. Las autoridades han recordado la importancia de reducir la velocidad y mantener una distancia de seguridad adecuada para minimizar los riesgos en condiciones de baja visibilidad.
Un sábado complicado para los servicios de emergencia
El accidente en la C-31 es solo uno de los numerosos incidentes que los servicios de emergencia han tenido que atender a lo largo de la mañana y el mediodía de este sábado. El temporal de lluvias ha obligado a los Bomberos de Catalunya y al Servei Català de Trànsit a desplegar múltiples operativos en diferentes puntos de la región, atendiendo desde accidentes de tráfico hasta caídas de árboles y pequeñas inundaciones en zonas urbanas.
El teléfono de emergencias 112 ha registrado más de 200 llamadas relacionadas con el episodio de lluvias y los accidentes derivados de las mismas. Las comarcas de Barcelonès y Baix Llobregat han sido algunas de las más afectadas, con numerosos incidentes en carreteras y en áreas residenciales. La situación ha requerido la movilización de unidades adicionales y la coordinación entre varios cuerpos de seguridad para atender los incidentes de forma rápida y eficiente.