El tráfico puede cambiar la rutina de miles de personas en cuestión de minutos. No hace falta una gran emergencia para que se desencadene el caos en una arteria fundamental de la red viaria metropolitana. A veces, basta un contratiempo inesperado para que la paciencia de los conductores se ponga a prueba, especialmente en un lunes de mayo con buena visibilidad y tráfico denso.
Un accidente provoca importantes retenciones en plena tarde
La tarde del lunes 19 de mayo de 2025 quedará marcada para muchos conductores que circulaban en dirección a Barcelona por una de las vías más transitadas del área metropolitana. A media tarde, un accidente obligó a cortar uno de los carriles, provocando rápidamente retenciones que se extendieron durante varios kilómetros y complicaron la movilidad en el Vallès.
El aviso se conoció a través de los canales oficiales de Trànsit, que alertaron de la situación y del impacto inmediato en la circulación, con colas que alcanzaron hasta dos kilómetros en poco tiempo.

En la imagen captada por las cámaras de tráfico, se observa la intervención de los servicios de emergencia y la presencia de un camión detenido, mientras los vehículos comienzan a acumularse en los carriles restantes.
Una furgoneta de asistencia y conos naranjas delimitando el carril cortado muestran la rapidez con la que se activaron los protocolos de seguridad para evitar mayores riesgos y garantizar la atención a los posibles afectados. Las imágenes no dejan lugar a dudas sobre la magnitud de las retenciones y el efecto dominó que puede generar cualquier incidente en una infraestructura clave como la B-30.
La B-30, una vía clave para el área metropolitana
La B-30 es mucho más que una autovía de circunvalación: es la columna vertebral que conecta varios municipios del Vallès con la capital catalana y con los principales ejes logísticos y empresariales de la región.
Cada día, decenas de miles de vehículos, tanto particulares como profesionales, la recorren en ambos sentidos, lo que convierte cualquier incidencia en un asunto de gran relevancia para la movilidad colectiva.

No es la primera vez que un accidente provoca largas colas en este punto estratégico. Históricamente, la B-30 ha sido escenario de episodios similares, especialmente en horas punta, cuando el volumen de vehículos se dispara y la tolerancia al mínimo contratiempo se reduce drásticamente.
El tramo afectado esta vez, próximo a una de las principales salidas hacia Barcelona, suma complejidad al tratarse de una zona con alta densidad de tráfico y acceso directo a otras vías importantes como la AP-7.