Lo que parecía una jornada habitual en una de las principales autopistas del país ha acabado rompiendo la rutina de cientos de conductores. Un inesperado incidente ha obligado hace unos minutos a los servicios de emergencia a desplegarse de forma urgente, sorprendiendo tanto a los que transitaban la vía como a quienes seguían la actualidad viaria a través de las redes sociales.
Un suceso que paraliza la tarde
A media tarde del sábado, la tranquilidad de la autopista se ha visto interrumpida por una densa columna de humo que pronto ha captado la atención de los conductores y de los operadores del Servei Català de Trànsit. Minutos después, se confirmaba que el origen de la alarma era el incendio de un vehículo, lo que ha obligado a actuar de inmediato a los equipos de emergencia y generó escenas de auténtico caos en la circulación.
La magnitud del fuego y la localización del vehículo siniestrado, justo en plena AP-7, han provocado que el incidente afectara a un gran número de usuarios. Las primeras informaciones indicaban que únicamente quedaba un carril abierto en sentido Girona y que las retenciones se alargaban a lo largo de varios kilómetros, mientras la B-30 también quedaba parcialmente afectada por el colapso.

La respuesta de los Bomberos y el impacto en el tráfico
Ante la gravedad del suceso, Bombers de la Generalitat ha movilizado dos dotaciones para sofocar el incendio, según han confirmado en su cuenta oficial. El objetivo prioritario era extinguir las llamas que envolvían por completo el vehículo, impidiendo que el fuego pudiera propagarse o poner en peligro a otros conductores. Las imágenes difundidas muestran la rapidez y profesionalidad con la que los efectivos han actuado, equipados con todo el material de seguridad y trabajando en condiciones complejas debido a la intensidad del humo.
Mientras tanto, el Servei Català de Trànsit ha ido actualizando la información a través de sus canales, alertando de largas colas que, en el momento más crítico, han llegado a alcanzar los 4 kilómetros en la AP-7 y 1 kilómetro adicional en la B-30. La situación ha obligado a los conductores a armarse de paciencia y a respetar las indicaciones de los servicios de emergencias, en un tramo donde cualquier error podía agravar aún más la situación.
Afortunadamente, y pese a la espectacularidad del incendio y el nerviosismo que ha generado entre los presentes, Bombers ha confirmado oficialmente que no ha habido ningún daño personal. Esta es, sin duda, la mejor noticia dentro del contexto de un accidente de tal magnitud. La coordinación entre los Bomberos y los técnicos de Trànsit permitió ir reabriendo progresivamente los carriles afectados una vez sofocado el fuego y retirada la estructura calcinada del vehículo.
La circulación, eso sí, tardó un tiempo en recuperar la normalidad, y las imágenes de la congestión y del coche completamente carbonizado quedarán como testimonio de una tarde que muchos recordarán durante tiempo.