El tiempo agradable y soleado que predominó durante todo abril parece ya un recuerdo lejano. Barcelona y buena parte de Catalunya afrontan ahora cambios sustanciales que ponen fin a la calma vivida en las últimas semanas. Las terrazas llenas y las temperaturas primaverales quedan atrás, mientras nuevos fenómenos se preparan para impactar en gran parte del territorio.
El regreso de las tormentas: ¿Qué está ocurriendo en Catalunya?
Tras semanas con condiciones ideales para actividades al aire libre, el Meteocat alerta sobre un notable incremento en la nubosidad y lluvias que ya comienzan a manifestarse en diversas comarcas. Durante las primeras horas del día de hoy, los cielos despejados han dado paso rápidamente a un manto nuboso, particularmente denso en el interior y en zonas montañosas.
Este cambio brusco está impulsado por una masa de aire húmedo y más frío que se aproxima desde el Mediterráneo, provocando la formación de tormentas que inicialmente afectarán puntos del sur del territorio catalán, desplazándose rápidamente hacia el norte. Estas lluvias serán cortas pero intensas y podrían venir acompañadas de fenómenos tormentosos como rayos, truenos y hasta granizo pequeño.

A medida que avance el día, aunque podría despejarse parcialmente en algunas zonas centrales y costeras durante la tarde, la situación seguirá siendo muy inestable especialmente en el Pirineo y Prepirineo. En estas áreas, las precipitaciones podrían alcanzar intensidades moderadas y acumular cantidades significativas, especialmente en las vertientes orientadas al sur y en localidades como Ripoll, Olot, y La Seu d’Urgell, donde la lluvia podría ser más abundante e incluso persistente.
¿Cuánto durarán estas lluvias?
La inestabilidad atmosférica que vivimos desde hoy tiene un horizonte claro: estas tormentas no se limitarán a unas pocas horas. De hecho, aunque la intensidad más fuerte se concentre principalmente en la jornada actual, no se descartan episodios puntuales de lluvia en días sucesivos, particularmente en zonas elevadas del norte catalán.
Esta situación de chubascos intermitentes podría prolongarse, según modelos meteorológicos recientes, al menos durante las próximas 48 horas, afectando especialmente el norte del país, desde el Ripollès hasta el Pallars Sobirà, con fenómenos locales aislados en zonas interiores como la plana de Lleida o algunas áreas del Alt Empordà. El litoral, aunque menos afectado, podría registrar intervalos nubosos con lluvias puntuales.
Fenómenos acompañantes: barro y polvo en suspensión
Además de la lluvia, el pronóstico incluye la presencia de polvo en suspensión, procedente de masas de aire sahariano desplazadas hacia Catalunya debido al flujo de vientos del sur y sureste. Este polvo se mezclará con las precipitaciones, generando la conocida lluvia de barro, especialmente notable en vehículos y superficies exteriores.
La visibilidad en general será buena, aunque podría reducirse moderadamente en cotas medias y altas del Pirineo y Prepirineo a partir del mediodía, debido a esta combinación de lluvia, niebla y polvo en suspensión. Esta circunstancia recomienda precaución especial a quienes deban desplazarse por carreteras de montaña o realizar actividades al aire libre en estas zonas.
Atención al viento: otro elemento clave de la jornada
El viento jugará un papel protagonista en este nuevo episodio meteorológico. A partir de media mañana, se impondrá un flujo moderado de componente sur y este, más notable en el sur del país y el Pirineo. En estas últimas áreas, especialmente en las cumbres altas, se esperan ráfagas fuertes, que podrían alcanzar velocidades superiores a los 70 km/h.
Las comarcas más afectadas serán las del extremo norte, como la Val d'Aran, Alta Ribagorça, Pallars Jussà y Sobirà, así como la mitad sur, desde Tarragona hasta las Terres de l'Ebre, zonas donde la precaución ante objetos sueltos o posibles desprendimientos debe incrementarse.