No es la primera vez que un episodio de intoxicación alimentaria sacude la tranquilidad de una comunidad, pero esta vez la magnitud del caso ha disparado todas las alarmas sanitarias. Las autoridades han activado protocolos extraordinarios tras detectar un brote infeccioso que, en pocos días, ha dejado a varias personas con síntomas severos y, al menos, un menor ingresado. Las investigaciones siguen en marcha, mientras vecinos y familiares esperan respuestas.
El brote que ha puesto en jaque a Sant Adrià de Besòs
El foco de la alerta se sitúa en Sant Adrià de Besòs, municipio del área metropolitana de Barcelona, después de que el Ayuntamiento ordenara el cierre preventivo de un conocido restaurante tras constatarse un posible brote de salmonella. Según ha informado El Periódico, el establecimiento, el bar Villadeite 2, fue clausurado de manera cautelar el sábado, una decisión tomada de forma coordinada con las autoridades sanitarias y tras la confirmación de, al menos, una veintena de afectados, incluyendo varios menores.
El caso salió a la luz después de que diferentes familias reportaran síntomas compatibles con la salmonelosis tras acudir a dos eventos recientes en el restaurante: una comida de final de temporada de un club de baloncesto local y la celebración de un cumpleaños. Entre los afectados figura un niño de tan solo cinco años, que tuvo que ser ingresado en el Hospital Sant Joan de Déu con un cuadro de fiebre alta, vómitos y diarreas persistentes. Los análisis médicos confirmaron la presencia de la bacteria salmonella en el menor, así como en otros pacientes.

Un episodio con numerosos afectados y síntomas graves
El brote no solo ha impactado a familias locales, sino también a jóvenes y adultos que compartieron mesa en el establecimiento durante los últimos días. Hasta la fecha, al menos una decena de jóvenes entre 18 y 25 años han requerido hospitalización, todos con síntomas de deshidratación grave y fiebre alta, según datos de la fuente anteriormente mencionada. Incluso, una de las afectadas tuvo que ser ingresada en dos ocasiones, la última vez en un hospital de Cerdeña (Italia), después de desplazarse a la isla por un viaje familiar programado.
Relatos de padres y familiares ponen de manifiesto la gravedad del episodio. Uno de los progenitores explica a El Periódico que su hijo pequeño comenzó con síntomas durante la madrugada del domingo al lunes y que la situación se agravó hasta necesitar ingreso hospitalario. El dolor, los gritos y la frecuencia de las diarreas mantenían en vilo a la familia, que, como muchas otras, sospechaba inicialmente de una simple gastroenteritis. Sin embargo, los análisis clínicos confirmaron rápidamente la infección por salmonella, una bacteria que suele propagarse a través de alimentos contaminados.

Además, varias familias llevaron muestras al centro de salud de Sant Adrià para descartar o confirmar la infección. La rápida respuesta de la Agència de Salut Pública permitió activar un operativo de vigilancia y control que sigue vigente.
Coordinación institucional y protocolos de emergencia activados
El Ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs, liderado por la alcaldesa Filo Cañete, ha confirmado que mantiene comunicación constante con las autoridades sanitarias, especialmente la Agència de Salut Pública de Catalunya. La actuación ha sido inmediata y coordinada: el establecimiento permanece cerrado mientras los inspectores recopilan muestras de alimentos, utensilios y trabajadores para esclarecer el origen exacto de la intoxicación. El consistorio, además, ha contactado con todos los afectados para ofrecer apoyo y facilitar el seguimiento epidemiológico.
La decisión de clausurar el local se adoptó el sábado, tras el informe de la agencia sanitaria y la identificación de los primeros casos. Según ha apuntado la alcaldesa a El Periódico, “todo apunta a que el foco viene de este bar”, aunque todavía se aguardan los resultados definitivos de los análisis. “Detectar un brote de este tipo es complicado, porque los afectados han acudido a centros de salud distintos y no siempre se comunican entre sí los síntomas”, señala Cañete.