La mañana del día de ayer comenzó con un importante susto en el centro de Calella (Maresme). Cuando un incendio declarado en la cuarta planta de un edificio de viviendas obligó a la rápida intervención de los Bomberos de la Generalitat. Según la información facilitada por el propio cuerpo de emergencias, el aviso llegó a las 8:59 h.
Cuando varias llamadas alertaron de un humo denso que emanaba del inmueble, situado en la calle de Sant Josep. En cuestión de minutos, los bomberos movilizaron cinco dotaciones para controlar las llamas y evitar que se propagasen a otros pisos del edificio.
La importancia de la rápida actuación de los Bomberos
Al llegar al lugar, los bomberos se encontraron con un fuego activo en el interior del piso afectado. De acuerdo con las primeras estimaciones, las llamas se extendían rápidamente por varias estancias. Generando una alta carga térmica y abundante humo en el hueco de la escalera, lo que complicaba la evacuación de los vecinos.
Uno de los objetivos iniciales fue confinar el incendio a la vivienda siniestrada, asegurándose de que los diferentes residentes de las plantas inferiores y superiores permanecieran a salvo.
Mientras algunos bomberos se dedicaban a sofocar las llamas con mangueras y equipos de respiración autónoma. Otro grupo se encargaba de la ventilación de la escalera y de verificar que no hubiera más focos de fuego ocultos.
La tarea no resultó sencilla, ya que el humo se había acumulado en las zonas comunes y dificultaba la visibilidad. A pesar de ello, la respuesta coordinada de las cinco dotaciones logró estabilizar el incendio en un tiempo razonable, evitando daños mayores en el edificio.
La actuación de otros servicios de emergencia
En el transcurso de la intervención, los servicios sanitarios del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) también se personaron con varias unidades de asistencia. Uno de los ocupantes del piso siniestrado precisó de una atención médica por inhalación de humo y, según las fuentes consultadas, fue trasladado a un centro hospitalario cercano.
Aunque no se han ofrecido detalles adicionales sobre su estado, las mismas fuentes indican que la lesión no reviste extrema gravedad. Gracias en parte a la rápida actuación del personal de emergencias.
La Policía Local y los Mossos d’Esquadra, por su parte, colaboraron en el operativo. Facilitando el acceso de los vehículos de bomberos y ambulancias a la estrecha calle de Sant Josep, en pleno casco urbano de Calella. Además, organizaron pequeños desvíos del tráfico para evitar que los curiosos se agolparan en la zona y garantizar la seguridad de los transeúntes.
Una vez controladas las llamas, los bomberos iniciaron la fase de inspección y remoción de escombros. Este paso es vital para comprobar que no queden rescoldos que puedan reavivar el fuego.
Ni daños estructurales que representen un riesgo inmediato para la estabilidad del inmueble o la seguridad de los vecinos. Asimismo, se procedió a una ventilación exhaustiva del hueco de la escalera y de las zonas afectadas, para eliminar el humo acumulado y los olores de la combustión.