La tarde de este sábado ha cambiado para cientos de conductores que circulaban por una de las arterias principales de acceso a la capital. Lo que prometía ser un tranquilo regreso a casa o el inicio de una noche de ocio se ha convertido en una prueba de paciencia.
Un inesperado incidente ha provocado el colapso parcial de la vía, generando una larga serpiente de vehículos parados. La circulación se ha visto gravemente afectada en un punto crítico, desatando el caos en plena operación retorno del fin de semana.
El suceso que ha desencadenado las complicaciones ha tenido lugar en la transitada autopista C-32, un eje fundamental para la movilidad en la costa de Barcelona. Según ha informado el Servei Català de Trànsit a través de sus canales oficiales, el accidente se produjo concretamente en el punto kilométrico 51,6.

El incidente ocurrió pocos minutos antes de las seis de la tarde de este sábado 6 de septiembre, en el término municipal de Viladecans. Como consecuencia directa del choque, las autoridades se vieron obligadas a cortar uno de los carriles en sentido norte. Un carril en dirección a Barcelona, para facilitar las labores de asistencia.
El epicentro del caos en el Baix Llobregat
El impacto del accidente no se ha limitado al punto exacto de la colisión, sino que ha generado un notable efecto dominó. Las retenciones han comenzado a acumularse rápidamente, formando una cola de vehículos que se extendía a lo largo de dos kilómetros.
La congestión tiene su origen a la altura del municipio de Gavà, afectando a todos los conductores que se incorporaban a la autopista desde localidades costeras cercanas. La imagen difundida por las cámaras de tráfico mostraba una calzada colapsada, con vehículos avanzando a una velocidad anormalmente reducida en un tramo habitualmente fluido.
La comarca del Baix Llobregat se convierte así en el epicentro de las complicaciones viarias de esta tarde de sábado. La C-32 es una vía de alta capacidad que absorbe un volumen de tráfico muy elevado, especialmente durante los fines de semana.
Conecta de forma directa las populares poblaciones del Garraf y el Baix Llobregat con la ciudad de Barcelona y su aeropuerto. Por ello, cualquier alteración en su funcionamiento normal tiene consecuencias directas sobre la movilidad de miles de ciudadanos que la utilizan diariamente.

Un sábado de operación retorno complicado
El momento en que se ha producido el accidente ha sido especialmente inoportuno, coincidiendo con una franja horaria de alta densidad de tráfico. El primer sábado de septiembre es una fecha clave, en la que confluyen los desplazamientos de ocio del fin de semana con el retorno escalonado de las vacaciones estivales.
Este contexto convierte a las principales vías de acceso a Barcelona en puntos extremadamente sensibles a cualquier tipo de incidencia, por pequeña que sea. Un simple percance puede desencadenar atascos kilométricos en cuestión de minutos.