TikTok es una de las plataformas con más crecimiento exponencial hasta la fecha. La aplicación china hizo su “boom” durante la cuarentena cuando la sociedad buscaba ocio en cualquier parte de su teléfono móvil. Su formato de vídeos cortos provoca una adicción a todo tipo de públicos y sobre todo a los más jóvenes.
La red social es caracterizada por la facilidad que tienen los contenidos en juntar visitas y hacerse virales. Es por ello por lo que muchos “influencers” se han pasado a esta aplicación para ganar seguidores y generar “engagement”.
Es bastante corriente que algún vídeo llegue con relativa facilidad a los millones de “me gustas”. Haciendo famosos de esta manera a mucha gente que, antes de colgar el vídeo, era desconocida. Esto puede ser un factor peligroso para la sociedad porque no controla que tipo de gente puede convertirse en una estrella de “Internet”.
Un nuevo "influencer" para TikTok
Sin embargo, muchos vídeos que se hacen virales pueden ser de animales graciosos o con reacciones curiosas. Uno de los últimos que ha triunfado en el algoritmo de la aplicación china es el de un perrito que se enfada cuando una persona le toca la pierna.
Como podemos ver en el vídeo, el animal descansa en el sofá tranquilamente. Su calma la destroza una persona (que imaginamos que es su amo) tocándole la patita con un dedo. Inesperadamente, el perro tiene una reacción que parece humana, dando dos golpes a la mano que lo molesta.
El vídeo termina con una risa de fondo de la propia persona que grava, concluyendo sin saberlo un vídeo muy viral.
El formato que triunfa de antaño
Los vídeos de perros graciosos son una de las fuentes más certeras para generar más “likes” en este formato de vídeos cortos. De hecho, cuando las redes sociales aún no se habían ni consolidado ya había muchos programas de televisión que tenían este formato. Uno de ellos el conocido catalán Zona Zàping, que recoge los mejores vídeos de caídas, aciertos o momentos graciosos.
El gran crecimiento del formato no deja de ser la misma forma de consumo que le gusta a la población. Eso sí, con otros medios y canales.
Lo que no sabía el amo que colgó el vídeo es que con esta “viralidad” inmediata de las redes sociales su perro se volvería famoso por instantes. Ahora, tendrá que decidir si subir otro vídeo para llevarlo a la fama y convertirlo en un “meme” o dejar de subirlo para que acabe en el anonimato.