Los restaurantes tienen un papel fundamental en la sociedad porque ofrecen la oportunidad de disfrutar de una buena comida y ahorrar tiempo. Estos establecimientos se han vuelto una salvación para las empresas que no quieren que sus trabajadores pierdan tiempo cocinando. En un mundo acelerado, estos locales sirven para obtener una dieta equilibrada sin la necesidad de cocinar.
Asimismo, los restaurantes tienen un factor social importante a la hora de tener cualquier tipo de encuentro. Familia, amigos, compañeros de trabajo o amores se reúnen diariamente para celebrar su relación en las mesas. Aun así, todos estos beneficios tienen un precio.
Las propinas para los camareros
El precio de los restaurantes, a menudo, es uno de los factores más importantes para elegir entre ellos. Normalmente, el establecimiento que mejor combine la calidad y el precio es el que más triunfa. Por ello, hacer las comidas demasiado baratas o caras es un síntoma de pérdidas.
Sin embargo, hay otro gasto que la gente no tiene en cuenta y es la propina al camarero. Cuando un usuario se ha sentido a gusto gracias a la atención de un trabajador, a veces, lo recompensa económicamente. Sin embargo, estas retribuciones se han vuelto polémicas por la forma de distribuirlas en los trabajadores.
El mensaje viral de un restaurante sobre las propinas
En los últimos días se ha hecho viral un restaurante que exige propinas a sus meseros. En la entrada del local hay un texto donde se comenta lo siguiente: "La propina no es obligatoria, es voluntaria". Hasta aquí todo correcto, pero la solidez del discurso se desvanece a medida que van pasando las palabras.
"Sin embargo... si no te alcanza para dar propina a la mesera (o) que te atendió en tu mesa, no te alcanza para comer fuera. Punto. Mejor lánzate al súper Mercado y compra todo para hacerte tu propia comida en casa, y no quedes como una persona sin gratitud y sin empatía".
La reacción de las redes
La reacción de las redes no se ha hecho esperar y la publicación se ha llenado de comentarios negativos al respecto. "Entraría y exigiría un servicio excepcional proporcional a la voluntariedad de la propina", "Si no te alcanza para pagar un sueldo digno y esperas que tus empleados vivan de propinas, no abras un restaurante" o "No entro ni de broma" fueron algunos de los comentarios.
Las propinas a los camareros no son más que una muestra de reconocimiento de su buen servicio. Es esencial que estas sean voluntarias para garantizar que los clientes recompensen su satisfacción de forma económica. Manteniendo esta libertad, los restaurantes consiguen saber si los meseros desarrollan bien su función.