Un policía de espaldas frente a un cajero automático con un símbolo de advertencia rojo sobrepuesto

No lo hagas nunca: Alerta en los cajeros durante las vacaciones

Todos los bancos están advirtiendo de esta posible estafa

La llegada del verano marca un repunte en los desplazamientos y, con ello, en el uso de efectivo en todo el país. Durante julio y agosto, las retiradas de dinero en cajeros automáticos aumentan de forma notable en los principales destinos turísticos, donde coinciden tanto viajeros nacionales como extranjeros.

Este auge estacional genera un escenario ideal para los ciberdelincuentes, que aprovechan el aumento de operaciones y el  despiste de los turistas para desplegar sus técnicas más sofisticadas de fraude bancario. La banca, consciente del riesgo, refuerza cada año sus sistemas de vigilancia y seguridad, pero la prudencia del usuario sigue siendo clave para evitar disgustos financieros en plenas vacaciones.

El auge del skimming y las cámaras ocultas en verano

Entre las amenazas más extendidas en la actualidad destaca el skimming, una técnica en la que los delincuentes instalan discretos dispositivos en la ranura de los cajeros o en el propio teclado, con el objetivo de clonar las tarjetas de crédito o débito. Estos aparatos, conocidos como skimmers, capturan la información magnética de la tarjeta sin que el usuario se percate.

Hombre mayor con micrófono de diadema en primer plano y una mano insertando una tarjeta en un cajero automático al fondo
Montaje en el que se ve un banco y la foto de Ray Dalio | Wikipedia, XCatalunya

A menudo, los estafadores refuerzan este método con microcámaras ocultas que graban la introducción del PIN, facilitando el acceso total a los fondos de la cuenta. La Guardia Civil advierte que, cada verano, las incidencias por este tipo de fraude se cuentan por miles, sobre todo en zonas de costa y en enclaves con una alta concentración de turistas. La sofisticación de estos dispositivos permite que pasen inadvertidos durante días o semanas, incrementando el riesgo para quienes usan el cajero con prisa o sin tomar precauciones.

El falso “cursor hacker” y el impacto de los bulos virales

En las últimas semanas, un vídeo difundido desde Portugal ha generado alarma en redes sociales. Un usuario mostraba un cajero automático en el que aparecía un cursor en pantalla y alertaba de que era señal inequívoca de que el equipo había sido pirateado. El vídeo, grabado en un hospital, se viralizó rápidamente en Facebook, lo que provocó una oleada de dudas entre usuarios y clientes bancarios.

Sin embargo, la empresa SIBS, que gestiona la red Multibanco en Portugal, se apresuró a desmentir la información: la presencia del cursor no supone ningún peligro ni afecta a la integridad de los cajeros, que están protegidos por sofisticados sistemas de monitorización. A pesar de que esta alerta resultó ser infundada, la rápida propagación de este tipo de mensajes evidencia lo fácil que resulta que la desinformación genere inquietud, incluso entre los más cautos. La recomendación sigue siendo la misma: mantenerse alerta, pero no caer en el alarmismo sin fundamento.

Fachada de un banco BBVA con un cajero automático, varias tarjetas de crédito y una persona contando billetes de euro
Montaje en el que se ve el BBVA y unas tarjetas | Baris Kaykusuz, XCatalunya, BBVA, Canva, yekigai

Phishing, llamadas fraudulentas y el aumento de los intentos de estafa

El verano no sólo trae consigo técnicas como el skimming. Los bancos advierten de que los intentos de phishing también se disparan en los meses estivales. En esta modalidad, los delincuentes se hacen pasar por la entidad bancaria a través de mensajes o llamadas telefónicas, con el objetivo de engañar al usuario y obtener sus credenciales o datos personales.

El volumen de casos registrados en el primer semestre de 2025 ya supera en un 25 % al mismo periodo del año pasado, según datos sectoriales. Este tipo de fraude es especialmente efectivo entre quienes están de vacaciones y pueden bajar la guardia al recibir una llamada inesperada o un mensaje aparentemente inofensivo del “banco”.

Cómo protegerse: la responsabilidad compartida entre bancos y clientes

Frente a este panorama, la banca recomienda a los usuarios que, antes de introducir la tarjeta, observen si el cajero presenta piezas extrañas o poco ajustadas. También se aconseja cubrir el teclado al introducir el PIN  para evitar que cualquier cámara oculta pueda capturar el número secreto. La revisión frecuente de los movimientos bancarios y la activación de notificaciones por operaciones pueden ayudar a detectar cualquier cargo sospechoso a tiempo.

Una mano sostiene dos tarjetas de crédito frente a un cajero automático de un banco BBVA
Montaje en el que se ve un cajero y unas tarjetas | XCatalunya, BBVA, Canva, ภาพของnisara

En caso de cualquier indicio de manipulación, lo indicado es bloquear la tarjeta inmediatamente, contactar con el banco y denunciar el hecho a las fuerzas y cuerpos de seguridad. Según recuerda el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), los bancos están obligados a devolver el dinero si se demuestra que el usuario ha sido víctima de un fraude y no ha habido negligencia por su parte. La protección al cliente es prioritaria, pero la colaboración activa del usuario resulta determinante para evitar pérdidas económicas y problemas mayores.

El verano está para disfrutar y desconectar, no para lamentar una cuenta bancaria vacía. Por eso, un simple gesto como prestar atención antes de operar en un cajero puede ser la diferencia entre unas vacaciones tranquilas o un auténtico quebradero de cabeza financiero. Mantenerse alerta es, hoy más que nunca, la mejor defensa ante un escenario donde los fraudes evolucionan tan rápido como las tecnologías de protección.