En la cultura china, la familia es el núcleo central de la vida y, tradicionalmente, los hijos cuidan de sus padres en la vejez. Por ello, muchos inmigrantes chinos que han pasado décadas trabajando en el extranjero, incluyendo España, optan por regresar a China para recibir el apoyo de sus hijos y nietos. Además, es común que los ancianos tengan ya preparado su lugar de descanso final en cementerios chinos, como un símbolo de su deseo de morir en su tierra.
En España, actualmente viven alrededor de 224.000 personas de origen chino, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). La comunidad china ha crecido notablemente en las últimas décadas, especialmente en ciudades como Madrid y Barcelona, donde muchos se dedican a actividades comerciales y de restauración. Sin embargo, este aumento de población no se ha visto reflejado en el número de ancianos, ya que muchos prefieren regresar a su país cuando se jubilan.
Este fenómeno ha sido destacado por creadores de contenido como el influencer chino @jiajunyin3, más conocido como 'El chico Mercadona', quien en uno de sus vídeos en TikTok se preguntaba dónde están los ancianos chinos en España. Su respuesta fue clara: los chinos más tradicionales vuelven a su país para morir en su tierra natal, lo que explica por qué es tan raro ver a ancianos chinos en el país. Sin embargo, el influencer también señala que las nuevas generaciones de inmigrantes chinos, más integradas y “españolizadas”, podrían optar por quedarse en España tras la jubilación y ser enterrados aquí.
Otro fenómeno sobre la inmigración china
El fenómeno de los ancianos chinos que regresan a su país no solo se da en España, sino también en otros países con grandes comunidades chinas. En Estados Unidos, Canadá y Australia, donde la inmigración china lleva mucho más tiempo asentada, es más común ver a varias generaciones de una misma familia viviendo juntas. Sin embargo, en estos países también se observa el retorno de muchos ancianos a China para pasar sus últimos días en compañía de su familia.
Curiosamente, en países como Francia, donde la inmigración china es más antigua que en España, es más común encontrar lápidas de personas de origen chino en los cementerios, un fenómeno que aún es raro en España. Esto sugiere que, con el paso del tiempo, y a medida que las nuevas generaciones de chinos se integren más profundamente en la sociedad española, esta tendencia podría cambiar, y en el futuro será más habitual ver a ancianos chinos permaneciendo en el país tras su jubilación.