Con la llegada de los días más esperados del año, los anfitriones de las cenas y comidas familiares afinan los últimos detalles de sus recetas. La búsqueda de opciones que sorprendan a los invitados sin generar demasiado estrés en la cocina es un reto común. Para quienes aún tienen dudas, Karlos Arguiñano ha propuesto un menú navideño sencillo de preparar, pero cargado de sabor y tradición.
Entrantes para abrir el apetito
Los entrantes son fundamentales en cualquier comida festiva y Arguiñano lo sabe bien. Su propuesta incluye opciones ligeras que abren el apetito sin saturar. Una de sus recetas favoritas es la ensaladilla rusa tradicional, que en su versión incorpora un toque especial con langostinos pelados, añadiendo frescura y un sutil sabor marino.
Para los que prefieren algo más cálido, Arguiñano propone una sopa de pescado, preparada con cabezas y espinas para extraer todo su sabor. También sugiere un consomé navideño, reconfortante y ligero, o un cardo con almendras, un plato típico navarro que combina verduras y frutos secos. Según el chef, lo importante es adaptar estos entrantes al gusto de los invitados y a los ingredientes disponibles.
Platos principales al horno
El plato principal es el centro de atención de cualquier menú navideño, y las opciones de Arguiñano no decepcionan. Con una clara apuesta por el horno, el chef ofrece alternativas tanto para los amantes del pescado como de la carne.
Entre los pescados, destaca el besugo al horno, un clásico navideño que acompaña con patatas panadera y cebolla caramelizada. Otra opción es la dorada al limón, cuya sencillez realza el sabor natural del pescado. Para quienes buscan algo más elaborado, propone la merluza rellena, ideal para sorprender a los comensales.
En cuanto a las carnes, el cordero al horno es una de sus apuestas más tradicionales, cocido lentamente para garantizar una textura jugosa. También sugiere el pollo asado como una alternativa más ligera o el capón asado con patatas, que Arguiñano considera su plato preferido. Este último combina la textura tierna del ave con el sabor inconfundible de las patatas horneadas, logrando un equilibrio perfecto.
El toque dulce: Postres clásicos y tradicionales
Para cerrar la comida, Arguiñano apuesta por postres que evocan los sabores de la Navidad. Su propuesta estrella es la compota de manzana, elaborada con manzanas cocidas en vino tinto, ciruelas y pasas. Este postre, sencillo pero sofisticado, es perfecto para cerrar una comida festiva.
En la sobremesa no pueden faltar los clásicos navideños: turrones, mazapanes, polvorones y mantecados, que acompañan a la perfección con un café, un licor o una copa de cava.
Arguiñano destaca que el éxito de un menú navideño no depende solo de los platos, sino también de la experiencia en torno a la mesa. Planificar con antelación, decorar la mesa con detalles festivos y usar productos de temporada son claves para garantizar una comida inolvidable. Además, insiste en disfrutar del proceso de cocinar, ya que la cocina debe ser un placer y no una obligación.