Imagen de un pan dulce espolvoreado con azúcar, sobre el que hay una silueta con franjas rojas y amarillas y varios signos de interrogación de colores

La mejor coca de Sant Joan de Catalunya

Te explicamos los principales detalles

Cuando llega junio, Barcelona y su entorno se visten de fiesta: hogueras, petardos y una cita ineludible con la gastronomía popular, la coca de Sant Joan. No es solo un dulce, es territorio de recuerdos: juventud compartida bajo fuegos artificiales, el primer baño del verano y ese aroma a azúcar, piñones y crema que despierta emociones.

En su séptima edición, el certamen “La Millor Coca de Sant Joan de Catalunya” confirmó lo que ya se intuía en las calles: las cocas más exquisitas de este 2025 nacen en talleres donde el oficio sigue siendo herencia y creatividad.

El pasado 6 de junio, la Antigua Fábrica Estrella Damm de Barcelona fue testigo de una auténtica explosión de pastelería artesanal, con 270 piezas presentadas en cinco categorías: tradicional (fruta y piñones), crema y piñones, llardons (chicharrones), chocolate y creativa.

Donas cubiertas de azúcar apiladas en un plato blanco.
Rosquillas | Getty Images

Un jurado compuesto por panaderos, pasteleros y periodistas evaluó textura, aroma, cocción, presentación y fidelidad a la tradición (excepto en la creativa, donde primaba la originalidad).

Un podio muy dulce

El galardón a la Mejor coca tradicional recayó en Morreig, un obrador de Gràcia que destaca por su brioche de fermentación prolongada (mínimo 48 h) y fruta confitada casera, equilibrados en sabor y estética. 

En la categoría de crema y piñones, la premiada fue Fleca Rovira, en Santa Agnès de Malanyanes, que se impuso entre cerca de sesenta competidores gracias a una crema natural, bien dosificada, que no opacaba la masa.

Por su parte, El Racó, en Granollers, reafirmó su liderazgo en cocas de llardons gracias a una masa crujiente y bien cocida, con chicharrones que mantenían cuerpo sin engrasar en exceso. Una victoria respaldada por su reputación centenaria (desde 1827).

Tarta de queso con frutos rojos
tarta de queso | Canva

El premio a la Mejor coca de chocolate fue para La Coca de Folgueroles, un obrador de Osona que destacó por un brioche soberbio y chocolate de calidad que respetaba el perfil clásico del dulce.

Finalmente, la categoría más esperada, la coca creativa, fue para Natcha, en Les Corts. Su propuesta con masa estilo croissant teñida de rojo, relleno de frangipane de coco, cremoso de mascarpone y mermelada de frambuesa, adornada con ralladura de lima y fruta fresca, encantó al jurado por ser sorprendente pero con gancho: “podría venderse más allá de Sant Joan”.

Fiesta y tradición en la noche más 'corta' del año

Este concurso no solo premia cocas; también reconecta con el sentido colectivo. Tras la degustación, todas las piezas fueron donadas a la Fundación Amics de la Gent Gran, evitando desperdicio alimentario y aportando a quienes más lo necesitan.

Pero queda trabajo por delante: aunque el nivel general fue bueno, algunos miembros del jurado señalaron que no todas las cocas alcanzaron la calidad esperada, especialmente en las categorías más técnicas.

Aun así, la tradición sigue viva gracias a la apuesta por la materia prima local, la precisión en fermentaciones y un regreso a las fórmulas clásicas, frente a la tentación fácil de la innovación sin control.

¿Dónde puedes conseguirlas?

Si quieres saborear estas cocas destacadas durante las verbenas o más adelante, aquí tienes sus direcciones:

Morreig  (Gràcia, c/ Verdi, 25): perfecta para fieles de la tradición.

Natcha (Les Corts, Av. Sarrià, 45): ideal para paladares que buscan una experiencia diferente.

Fleca Rovira (Santa Agnès de Malanyanes): repostería cuidada y cremosa.

El Racó  (Granollers): una referencia en los llardons.

La Coca de Folgueroles  (Osona): para quienes no renuncian al chocolate auténtico.