En una época de ruido constante y ritmo acelerado, las ideas que llevan a un reencuentro con nuestras emociones y con nuestro interior, ganan valor. Así, son muchos quienes buscan referentes que iluminen las decisiones cotidianas. Es por ello que Mario Alonso Puig se ha convertido en una figura que es seguida y escuchada por millones de personas.
A sus 70 años, el médico y conferencista invita a pensar con calma y con un propósito. En su mensaje, Mario Alonso Puig pone el acento en la comprensión entre quienes se relacionan de alguna forma. El médico habla de que comprender va más allá que solo escuchar atentamente.

Mario Alonso Puig: la comprensión es la clave
Mario Alonso Puig subraya la comprensión como clave de las relaciones humanas. Según explica, cuando alguien se siente entendido vive una liberación interior poderosa y tangible. Por eso, comprender va más allá de escuchar sin profundizar, y requiere empatía activa.
Destaca: "Cuando una persona se siente entendida, que no solo nota que se le está escuchando, es una persona que nota una liberación interior tremenda”. Por lo tanto, comprender supera a escuchar y produce alivio emocional tangible.
Asimismo, explica que el efecto se mantiene aunque luego la persona actúe distinto. “Aunque luego haga una cosa diferente, ya se sintió comprendida”, subraya. También sostiene: “Este se considera hoy en día el elemento más importante de psicoterapia”.
Además, señala que la psicoterapia valora que el paciente se sienta realmente comprendido como factor esencial de progreso. El trato con afecto y empatía mejora la vida cotidiana y reduce tensiones.

El amor es transformador en todos los aspectos
Por otra parte, advierte sobre la fuerza transformadora del amor bien entendido. “La fuerza transformadora del amor es sencillamente la capacidad de ver en el otro ser humano…”. “...que tienen angustias, que quieren ser felices, que no saben salir del atolladero”.
Esa mirada permite trascender prejuicios y ampliar el terreno común. “Cuando tú ves la humanidad en otro ser humano… les tratas de una manera diferente”. “Esas barreras se diluyen y ves la humanidad”, insiste con tono práctico.
Así, el médico propone ver al otro con su historia, sus miedos y su deseo legítimo de ser feliz y avanzar. Porque de este modo, la mirada supera prejuicios de ideología, cultura, identidad o clase y ensancha la convivencia.
Cuando reconoces la misma humanidad en quien piensa distinto, cambias el modo de tratar y dialogar. Entonces, las etiquetas se disuelven y crecen los puentes de respeto, cooperación y confianza mutua. Sin embargo, no es fácil, porque esta perspectiva exige reflexión interna, constancia diaria y práctica consciente en cada interacción.

La revolución interior que motiva un cambio social
No obstante, reconoce que este proceso exige coraje y disciplina diaria. “Esto lo que pide es una revolución interior, porque no es fácil, no es cómodo”. “Tenemos la sensación de que etiquetar nos da fuerza; no, etiquetar nos hace débiles”.
Finalmente, propone iniciar el cambio en lo personal y de forma concreta. Lo resume en sus palabras como hoja de ruta: “Un decir, oye, voy a empezar por mí mismo”. Así, el desarrollo personal impulsa relaciones sanas, bienestar duradero y una sociedad más armoniosa.