En los últimos días, un video en redes sociales ha conmovido a miles. Se ve a un mapache intentando “tocarle la pancita” a un dibujo de su propia especie pintado en una pared. Como expertos en comportamiento animal, sabemos que en estos momentos radica el interés: no se trata solo de ternura, sino de una reacción instintiva muy representativa de estas criaturas.
El encuentro en la pared y la chispa del reconocimiento
El vídeo, viralizado inicialmente por Nature is Amazing en Twitter, muestra a un mapache hambriento, curioso y probablemente solitario, caminando y apoyándose frente a un mural colorido. El dibujo representa a otro mapache con los brazos alzados, de rasgos casi cómicos y amigables. Al ver ese reflejo pictórico, el animal se activa como si detectara a un semejante real —un gesto que recuerda gestos sociales de saludo o juego— y lo toca, frotándolo con delicadeza y realizando movimientos repetitivos propios de exploración táctil.
Lo que esto revela del mapache
Los mapaches están dotados de una sensibilidad táctil extraordinaria en sus patas delanteras. Esta capacidad les sirve para manipular objetos y encontrar alimento en entornos diversos. Asimismo, su jerarquía social y su sistema de comunicación incluyen gestos visuales y táctiles. Ver una figura semejante podría activar ese circuito cognitivo, generando una respuesta de reconocimiento basado en formas, proporciones o patrones, una palmada instintiva de curiosidad o hasta un saludo.

Este tipo de reconocimiento no es exclusivo de los mapaches. En primates y aves, los dibujos o siluetas desencadenan respuestas de alerta o interacción. Pero en este caso, la peculiaridad está en cómo el mapache confunde el dibujo con un igual, lo que demuestra inteligencia emocional y adaptación social.
La viralidad en redes
El vídeo ha generado una oleada de respuestas en Twitter/X, donde la ternura y el asombro han sido protagonistas. Usuarios como @Vinod_r108 han interpretado la escena como una petición de afecto, bromeando: “Raccoon lets human know he wants more scritches”. Otros, como @TheGlobal_Index, han destacado el poder hipnótico del momento preguntando con humor: “How many times did you watch this? me: yes”.
La mayoría de comentarios insisten en la curiosidad y delicadeza del gesto, lejos de cualquier actitud agresiva. Este tipo de reacciones refuerza la visión de los mapaches como animales sociales e inteligentes, capaces de conectar incluso con una imagen pintada en la pared.
Inteligencia, curiosidad y memoria espacial
Científicos que han observado mapaches en semilibertad coinciden en resaltar su alta capacidad para recordar rutas, manipular herramientas simples y resolver rompecabezas. Este mural, pintado quizá recientemente para decoración infantil o artística en un parque urbano, actuó como "señal visual social" para el animal.
Y su reacción —inspección, suave golpeo, retroceso— encaja con patrones de estudio en neurología sobre reconocimiento visual y respuesta táctil en animales inteligentes. La escena no solo fascina por su ternura, sino porque demuestra que estos animales, a menudo estigmatizados como “bichos traviesos”, poseen una sensibilidad social y táctil notable.