El Jueves Lardero, una festividad muy esperada en Catalunya, se celebra este 2024 el 8 de febrero, marcando el inicio de los festivos de Carnaval. Este día, conocido también como 'Dijous Gras', es sinónimo de alegría y convivencia, pero sobre todo, es una jornada dedicada al disfrute culinario antes de adentrarse en la Cuaresma, tiempo de reflexión y moderación. No obstante actualmente los costumbres se han ido relajando y tanto esta festividad como especialmente la Cuaresma se viven más de forma festiva que estrictamente religiosa.
¿De dónde procede esta tradición?
Con una historia que se remonta a la Edad Media, el Jueves Lardero es una tradición que ha perdurado y evolucionado con el paso de los años. Originalmente, esta festividad servía como una oportunidad para celebrar un gran banquete que incluía alimentos prohibidos durante la Cuaresma, como la carne de cerdo, que era un elemento central en la dieta de la época. Hoy en día, aunque las prácticas de ayuno y abstinencia no son tan estrictas, el espíritu festivo y gastronómico continúa vivo, especialmente en Catalunya.
Las comidas típicas de este día reflejan la abundancia que caracteriza al Jueves Lardero. La butifarra de huevo es uno de los platillos estrella, un embutido elaborado con huevo que se consume tradicionalmente en esta fecha. Solo o en tortilla. Junto a ella, la coca de chicharrones se erige como otro manjar imprescindible. Esta preparación, que combina huevos, azúcar, chicharrones y semillas de piñón, ofrece un sabor único que deleita a los paladares más exigentes.
L’art de fer la botifarra
Actividades
Las plazas y mercados, especialmente en zonas rurales, se llenan de vida, con concursos de cocina, degustaciones y actividades que fomentan la unión y la alegría colectiva. Los vendedores se disfrazan y los aromas de los platos tradicionales llenan el aire, invitando a locales y turistas a sumergirse en la experiencia culinaria que ofrece Catalunya.
En los municipios catalanes, cada mercado y cada hogar se prepara para recibir a amigos y familiares, con la gastronomía como protagonista. Las recetas se transmiten de generación en generación, y aunque cada familia tiene su toque secreto, la esencia de los platos permanece. La tradición también se adapta a los nuevos tiempos, con cocineros y chefs locales reinterpretando los clásicos y ofreciendo nuevas versiones que respetan la base tradicional pero sorprenden con innovaciones creativas. También los bares y restaurantes más tradicionales ofrecen a sus clientes las versiones clásicas de estos platos.
El impacto económico de esta festividad es también significativo. Los supermercados y pequeños comerciantes se preparan con antelación, asegurando que haya suficientes productos disponibles para satisfacer la alta demanda. Las promociones y descuentos son comunes, y los negocios aprovechan para mostrar lo mejor de sus productos y servicios.