Un nuevo paso en la defensa activa del catalán ha tenido lugar esta semana en Barcelona. Más de 170 empresas, patronales y asociaciones han firmado el Manifest del Català a l’Empresa, una iniciativa impulsada por la Fundació Víncle que tiene como objetivo reforzar el uso de la lengua catalana en el ámbito empresarial.
Un manifiesto con apoyo transversal
El acto de presentación se celebró en la Cambra de Comerç de Barcelona, con la participación de representantes del tejido empresarial catalán, asociaciones, cámaras de comercio y personalidades del mundo institucional y cultural.
Entre las entidades firmantes destacan nombres como BonPreu, Mediapro, Parlem Telecom, RACC, Sud Energies Renovables, Raventós i Blanc, así como patronales de peso como Foment del Treball, PIMEC o Cecot.

Uno de los momentos más significativos del evento fue la intervención del expresident Jordi Pujol, quien, aunque no estaba previsto que hablara, tomó la palabra para advertir que “estamos en una situación difícil, pero no desesperada”. Pujol recordó que el futuro del catalán depende de la voluntad colectiva y animó a “luchar como lo hacía Paco Candel”.
Empresas que apuestan por el catalán como valor añadido
El evento incluyó un debate entre empresas que trabajan activamente en catalán. Bon Preu, representada por su director de marketing Manel Prat, subrayó que el uso del catalán está “naturalizado y es el ADN de la empresa”.

Por su parte, Guifré Homedes, de Amat Immobiliaris, dijo que no sabrían trabajar de otra manera, mientras que Gemma Fontané, de Orvit Digital, destacó el potencial comercial del catalán en el entorno digital, a pesar de que aún hay clientes que prefieren opciones de fuera del territorio.
Sin embargo, también se señalaron retos importantes. Bon Preu y Amat reconocieron la dificultad para encontrar profesionales cualificados con habilidades en catalán, por lo que han implementado formación lingüística interna. Fontané, por su parte, lamentó la escasa conexión entre los “expats” y el catalán, así como la tendencia de algunos consumidores a ignorar empresas de proximidad.
Una herramienta de cohesión, no de exclusión
La Fundació Víncle, liderada por Òscar Escuder y Xavier Albertí, quiere que este manifiesto sea tanto una llamada a la acción como una plataforma de trabajo. Su coordinador, Jordi Manent, explicó que la iniciativa busca ser transversal, sin excluir a nadie: “El uso social del catalán se juega también en el campo empresarial y laboral”.
El manifiesto no se limita a la denuncia o al simbolismo, sino que propone acciones concretas, como la formación, la normalización en la atención al cliente, el marketing, la documentación interna y las relaciones con proveedores. La voluntad es que el catalán deje de ser un “tema cultural” y pase a ser entendido también como una ventaja competitiva.
Un mensaje claro al resto del Estado
Mientras los debates sobre el catalán suelen estar centrados en la educación o los medios públicos, este manifiesto envía una señal distinta: el catalán también es economía, empresa y futuro. No se trata de imponerlo por ley, sino de adoptarlo por convicción. Por coherencia. Por utilidad.
En una España en la que el debate lingüístico sigue siendo foco de fricciones políticas, este movimiento empresarial catalán demuestra que es posible defender el catalán sin enfrentamiento, sin victimismo y con propuestas concretas. Una lengua viva también necesita empresas vivas que la usen, la valoren y la proyecten hacia el futuro.