En la búsqueda constante por una alimentación saludable, los expertos en nutrición advierten sobre los peligros de freír el pescado, una práctica culinaria común que podría tener serias repercusiones para la salud. El pescado, conocido por sus múltiples beneficios nutricionales, puede perder gran parte de sus propiedades beneficiosas y adquirir compuestos nocivos cuando se cocina de esta manera.
La principal preocupación con el pescado frito radica en la formación de compuestos tóxicos durante el proceso de cocción a altas temperaturas. Al freír el pescado, se generan sustancias como las acrilamidas y los productos de glicación avanzada (AGEs), que se han relacionado con un mayor riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer y problemas cardiovasculares. Además, el uso de aceites de baja calidad, comunes en muchas frituras, puede llevar a la ingesta de grasas trans, conocidas por su impacto negativo en los niveles de colesterol y la salud cardíaca.
Otro aspecto crítico es el incremento calórico que supone freír el pescado. Suena algo surrealista, pero sí, comer pescado también tiene su repercusión negativa. Además, el pescado frito es el más consumido en toda la geografía española; lo comemos a diario.
Además de estos peligros, la fritura también reduce la presencia de ácidos grasos omega-3 en el pescado. Estos ácidos grasos son esenciales para la salud del corazón y el cerebro, y su reducción puede disminuir los beneficios que normalmente se asocian con el consumo de pescado.
Alternativas al pescado frito
Frente a estos riesgos, los expertos recomiendan métodos de cocción más saludables que preservan las propiedades nutritivas del pescado y evitan la formación de compuestos tóxicos. Entre las alternativas más recomendadas están la cocción al vapor, al horno y a la parrilla. Estas técnicas permiten cocinar el pescado sin añadir grasas adicionales y conservan mejor sus nutrientes.
Cocinar el pescado al vapor es una de las formas más saludables. Este método evita la adición de aceites y permite que el pescado conserve su humedad y nutrientes. La cocción al vapor es especialmente eficaz para pescados delicados como el salmón o la merluza, que pueden secarse fácilmente con otros métodos.
Otra opción saludable es hornear el pescado. Al hornearlo, se puede controlar la cantidad de grasa añadida, utilizando aceite de oliva virgen extra en cantidades moderadas. Este método permite realzar el sabor del pescado sin sobrecargarlo de calorías adicionales.
La parrilla también es una excelente alternativa, siempre y cuando se realice correctamente. Es importante evitar la exposición directa a llamas abiertas para reducir la formación de compuestos dañinos. Utilizar marinadas a base de hierbas y cítricos puede además proporcionar antioxidantes adicionales y realzar el sabor del pescado.