Un hombre sorprendido sostiene una laptop frente a un edificio con el logo de Carrefour.

Un cliente se enfada por un producto de Carrefour: 'Sorpresa'

Este creador de contenido suele sacar los colores a los supermercados

La confianza en el etiquetado de los productos es un pilar fundamental en la relación entre supermercados y consumidores. Sin embargo, cada cierto tiempo, las redes sociales sacan a la luz casos en los que esta confianza se ve comprometida. La última polémica tiene como protagonista a Carrefour y su "caldo de boletus", un producto que ha despertado el enfado de un cliente y la indignación de muchos usuarios en Internet.

El responsable de avivar la controversia ha sido el creador de contenidos Matey Key, conocido por analizar etiquetas y revelar detalles que muchas veces pasan desapercibidos a simple vista. Con casi 50.000 seguidores en TikTok, Key ha expuesto en uno de sus vídeos lo que considera una estrategia confusa en el etiquetado de este caldo.

Fachada de un supermercado Carrefour con personas entrando y saliendo con carritos de compras.
Un establecimiento de Carrefour | Carrefour

¿Caldo de boletus o caldo de champiñones?

El video de Matey Key comienza con una frase directa: "Otra etiqueta trampa". Y no es para menos. A primera vista, el producto parece un caldo elaborado principalmente con boletus, pero al examinar más de cerca el envase, la historia cambia.

🔹 Frontal del envase: "Caldo de boletus", en letras grandes y llamativas.
🔹 Lateral del paquete: "Caldo de setas", un término más general que deja abierta la composición del producto.
🔹 Lista de ingredientes: Aquí llega la sorpresa: el boletus no es el ingrediente principal, sino los champiñones.

La reacción de Key es inmediata: "¡Zasca! Más champiñones que boletus". Con estas palabras, el creador de contenido pone en evidencia lo que considera una estrategia de marketing poco clara, lo que ha llevado a muchos consumidores a sentirse engañados.

Su denuncia ha generado un gran debate en redes sociales, con opiniones divididas. Algunos defienden que este tipo de etiquetado es común y que, al leer los ingredientes, no debería haber sorpresa. Otros, en cambio, creen que se trata de una práctica engañosa que busca atraer compradores con un nombre más atractivo de lo que realmente ofrece el producto.

El problema de las etiquetas ambiguas

El caso del caldo de boletus de Carrefour no es único. La falta de claridad en el etiquetado de alimentos es una queja recurrente entre los consumidores. En muchas ocasiones, los envases muestran imágenes sugerentes o nombres que resaltan un ingrediente específico, cuando en realidad  su presencia es minoritaria en la receta.

Las asociaciones de consumidores llevan años denunciando esta práctica, pidiendo regulaciones más estrictas para evitar confusiones. En España, la ley exige que los ingredientes aparezcan en orden de cantidad, pero no hay restricciones sobre cómo se puede destacar un componente en el nombre o en la imagen del producto.

Los comentarios en redes sociales reflejan esta preocupación. Mientras algunos ironizan sobre la necesidad de leer con atención cada etiqueta—"Más que en una biblioteca, bro", bromeaba un usuario—, otros recuerdan que esta estrategia se repite en muchas marcas y supermercados. A pesar de la polémica, Carrefour no ha emitido ninguna declaración al respecto. Sin embargo, este caso vuelve a poner sobre la mesa una pregunta clave: ¿hasta qué punto las marcas deben ser más transparentes con los consumidores? La respuesta, por ahora, sigue en debate.