En la sinuosa costa del Parque Natural del Cap de Creus, existe un rincón donde el Mediterráneo se calma hasta convertirse en un espejo. Este enclave, protegido de los vientos y las corrientes, ofrece una experiencia de baño muy serena. Es por eso, que muchos la describen como sumergirse en una piscina natural.
Su belleza salvaje y su ambiente tranquilo la convierten en una de las joyas más codiciadas del litoral de Roses, un destino que equilibra a la perfección naturaleza e historia. La bahía no solo atrae por su paisaje, sino también por el legado de una revolución gastronómica mundial que tuvo lugar en su orilla.
Cómo llegar y qué esperar de sus aguas
Cala Montjoi se encuentra a unos 7 kilómetros del centro urbano de Roses. El acceso principal es por una carretera de curvas que bordea la costa, un trayecto que ya anticipa la espectacularidad del entorno. Durante la temporada alta, especialmente en julio y agosto, el aparcamiento puede ser limitado. Se recomienda llegar a primera hora de la mañana.

¿Una alternativa para evitar el coche?
Existen servicios de barco-taxi desde el puerto de Roses que ofrecen una perspectiva diferente de los acantilados. La cala está formada por guijarros y arena gruesa, y sus aguas, excepcionalmente claras y poco profundas en la orilla, son ideales para familias con niños y para la práctica de snorkel.
El legado imborrable de El Bulli
Este paraje no solo es famoso por su valor natural; durante décadas fue el hogar de El Bulli, el restaurante de Ferran Adrià que cambió la historia de la gastronomía moderna. Aunque el restaurante cerró sus puertas en 2011, su espíritu sigue presente.
Hoy, el espacio se ha transformado en el elBulli1846, un museo-laboratorio dedicado a la innovación y al legado del mítico restaurante. La presencia de este centro añade un valor cultural incalculable a la visita, fusionando paisaje, baño y vanguardia en un mismo lugar. Conocer este rincón es entender por qué un genio culinario eligió este preciso punto del mapa para inspirarse.

Planifica tu visita a Cala Montjoi en 2025
Para disfrutar plenamente de la experiencia, la mejor época para visitar Cala Montjoi abarca desde finales de la primavera hasta principios del otoño. Los meses de junio y septiembre ofrecen un equilibrio perfecto entre buen tiempo y menor afluencia de visitantes.
Las primeras horas de la mañana garantizan la máxima tranquilidad y las mejores condiciones de luz para apreciar la transparencia del agua. Una imagen de la bahía al amanecer, con el sol despuntando sobre las colinas del Cap de Creus, es un recuerdo imborrable.
Este enclave del Alt Empordà demuestra que la Costa Brava todavía guarda tesoros por descubrir, lugares donde la naturaleza, la historia y la cultura se entrelazan.