Desde hace unos años, la cesta de la compra se ha encarecido hasta números nunca vistos. Los salarios no han subido en la misma proporción y los ciudadanos han perdido poder adquisitivo. La crisis climática, la guerra entre Rusia y Ucrania y otros factores han propiciado una subida de los precios de los productos más básicos, en especial, el aceite de oliva, que ha superado los 10 euros y no parece que vaya a retroceder.
Los clientes de los supermercados se fijan en los precios de este oro líquido y muchos de ellos se han pasado al aceite de girasol. Otros, pese al precio prohibitivo, consideran que es un elemento básico de la cocina mediterránea y no renuncian a él. En los establecimientos de Bonpreu y Esclat se ha producido un fenómeno peculiar, pero que tiene una explicación lógica. El aceite de la marca Carbonell es más barato que el aceite de marca blanca, algo que no ha pasado desapercibido.
Una usuaria de la red social X pregunta al supermercado por qué su aceite es más caro y, a su vez, por qué hay tan poca diferencia entre el aceite de oliva y el aceite de oliva virgen extra. El perfil oficial de la empresa catalana ha dado la cara y no ha dudado en contestar a sus preguntas.
En primer lugar, explican que los precios de la campaña se cerraron antes de la última subida de precio, de modo que el supermercado ha tenido que asumir las pérdidas y fijar el precio al que se había comprometido. Sin embargo, por lo que respecta a su marca blanca, ha podido fijar el precio que ha querido respetando el margen empresarial necesario para cubrir los gastos fijos de personal, mantenimiento de los establecimientos, etc.
Es habitual por parte del grupo Esclat y Bonpreu la interacción con los internautas a través de las redes sociales. La empresa catalana da la cara y no se esconde ante las críticas, algo que valoran muy positivamente sus clientes y por eso les siguen dando su confianza.
Previsión de bajada por parte de los expertos
La baja productividad provocada por la falta de lluvias y el aumento de los costes ha provocado un encarecimiento de este producto que algunos han bautizado como oro líquido. No obstante, no todo es para siempre y las crisis económicas son cíclicas, de modo que los expertos auguran cuando empezará a bajar el precio. A finales de año advirtieron de un pequeño descenso en los costes, pero que todavía no se traduciría a corte plazo en los supermercados, pues estos todavía estaban vendiendo el estoc anterior.
De modo que esta bajada en origen puede traducirse en una bajada que afecte al bolsillo del consumidor a finales de 2024 o a principios del año 2025.