La banca digital ha experimentado una auténtica revolución en los últimos años, especialmente con el auge de Bizum, la plataforma de pagos instantáneos más popular en España. Desde su lanzamiento, esta solución ha permitido a miles de usuarios transferir dinero de forma inmediata y sin comisiones, empleando solamente el número de teléfono del destinatario. Sin embargo, un nuevo escenario regulatorio en la Unión Europea amenaza con cambiar drásticamente la dinámica de estas operaciones bancarias, dejando a Bizum en una posición comprometida. A continuación, analizamos por qué esta nueva normativa podría debilitar el liderazgo de Bizum y cómo afectará a los consumidores y a la banca.
El papel de Bizum en los pagos inmediatos
Bizum nació como una alternativa rápida, cómoda y segura a las transferencias bancarias convencionales. Su gran baza ha sido la gratuidad y la inmediatez del servicio, lo que hace que, a día de hoy, se utilice para pequeños pagos entre amigos, gastos compartidos o reembolsos. Gracias a su integración en la mayoría de aplicaciones móviles de los principales bancos españoles, Bizum es casi omnipresente y ha conseguido arraigarse especialmente entre la población más joven.
Al no existir comisiones en este servicio, Bizum ha competido ventajosamente con las transferencias inmediatas tradicionales, que suelen tener un coste añadido. Si bien la banca ofrece a menudo la posibilidad de transferencias gratuitas, estas se ejecutan con un margen de 24 horas, lo que no supone una alternativa en aquellos momentos en los que el receptor necesita el dinero al instante. Por ello, Bizum ha cubierto un nicho de mercado que antes estaba desatendido.
El cambio normativo que sacudirá el mercado
A partir del 9 de enero de 2025, entra en vigor el reglamento europeo 2024/886, que obligará a todos los proveedores de servicios de pago de la UE a ofrecer transferencias inmediatas en menos de 10 segundos, las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Además, prohíbe que estas transferencias tengan un coste superior a las ordinarias. En la práctica, esto significa que, si un banco no aplica comisiones a sus transferencias tradicionales, tampoco podrá hacerlo a las instantáneas.
El objetivo de la Unión Europea con esta norma es fomentar la inclusión financiera, la transparencia y la uniformidad en las condiciones de los pagos inmediatos en todos los Estados miembros. Para los usuarios finales, esta regulación es una excelente noticia: podrán enviar dinero a cualquier cuenta europea sin importar si es festivo o fin de semana, y sin preocuparse por las comisiones. Sin embargo, para Bizum, supone un duro golpe a su principal ventaja competitiva: la inmediatez sin coste.
¿Por qué Bizum está en peligro?
Pérdida de exclusividad en las transferencias instantáneas. Hasta ahora, Bizum era la única opción verdaderamente ágil y gratuita para enviar dinero de un banco a otro de forma inmediata. Pero cuando las entidades se vean obligadas a ofrecer este mismo servicio bajo las mismas condiciones (sin comisiones), el valor diferencial de Bizum se diluye.
Competencia directa de los bancos. Con la nueva normativa, cada banco podrá implementar sus propias aplicaciones o sistemas para transferencias instantáneas y gratuitas, sin tener que depender necesariamente de Bizum. Así, la plataforma podría quedar relegada a un segundo plano, sobre todo para importes mayores que los de uso cotidiano.
Ajuste de tarifas en el sector. El reglamento impide que las transferencias inmediatas resulten más costosas que las ordinarias, pero nada impide que los bancos suban el precio de las transferencias tradicionales para equipararlas a las instantáneas. Esto podría repercutir negativamente en algunos usuarios y, al mismo tiempo, potenciar las soluciones propias de las entidades frente a Bizum.
Cómo afectará a los consumidores
Para la gran mayoría de usuarios, la implantación de transferencias inmediatas y gratuitas supone un beneficio innegable, ya que se amplía la libertad de elección entre los diferentes métodos de pago. Algunos bancos, como Openbank o CaixaBank, ya han adaptado sus condiciones para adelantarse a la nueva realidad.
No obstante, cabe destacar que si la banca incrementa, a su vez, las tarifas de las transferencias ordinarias, el usuario podría terminar asumiendo costes superiores en otros aspectos de su operativa bancaria. Aun así, para pagos de pequeño o mediano importe, Bizum seguirá resultando muy cómodo, ya que se integra a la perfección con la agenda de contactos del teléfono móvil y no requiere datos bancarios adicionales.
El futuro de Bizum
Aunque la nueva normativa comunitaria provoque que todos los bancos ofrezcan transferencias inmediatas, Bizum aún conserva ciertas fortalezas. En primer lugar, su uso socialmente extendido y la gran familiaridad que tienen los clientes. En segundo lugar, la integración en la mayoría de apps bancarias. En tercer lugar, sus límites diarios, que siguen siendo muy adecuados para pagos pequeños y frecuentes. En cuarto lugar, la posibilidad de desarrollar nuevas funcionalidades, como el pago en comercios físicos y online, algo ya en marcha y con gran potencial.
La cuestión radica en ver si las entidades y los propios usuarios seguirán dando prioridad a Bizum frente a las nuevas opciones de transferencia inmediata y sin coste. Sea como fuere, este escenario de mayor competencia puede considerarse positivo para los consumidores, pues se traduce en más opciones y menos comisiones.
En definitiva, la obligación de ofrecer transferencias inmediatas gratuitas supone un giro relevante que amenaza con restar protagonismo a Bizum. Sin embargo, su amplia aceptación y la apuesta por funcionalidades adicionales podrían mantener a la plataforma en la cúspide del pago móvil en España. Queda por ver cómo reaccionarán los bancos y, sobre todo, los usuarios ante este inminente cambio en las reglas del juego.