En medio de un panorama financiero marcado por la volatilidad y la incertidumbre a nivel mundial, las bolsas europeas han retomado su carácter alcista. El Ibex 35, principal índice bursátil español, ha registrado en jornadas recientes picos intradía que no se veían desde hacía más de una década, señalando una cierta fortaleza relativa en la renta variable europea.
Estas subidas están cimentadas en la confianza de los inversores en la recuperación de las principales economías de la Unión Europea, así como en la resiliencia que están mostrando, poco a poco, las entidades financieras. Aunque la política monetaria de los bancos centrales sigue sujeta a la evolución de la inflación y al temor de nuevos repuntes en los tipos de interés, el sector bancario ha aprovechado cada señal de alivio para recortar pérdidas y reactivar su proyección.
Ahora, el centro de atención recae en Banco Santander, uno de los gigantes financieros de España, cuyos títulos han repuntado notablemente en el mercado. Sumado a la tendencia general de las entidades bancarias, Santander ha encontrado un respaldo importante en la reciente valoración de Barclays. El banco británico, después de reunirse con el director financiero (CFO) de Santander en Londres, ha lanzado un mensaje optimista a los accionistas de la entidad española, revelando la expectativa de un potencial alcista nada desdeñable.
Barclays eleva el precio objetivo de Santander y respalda su solidez
El anuncio de Barclays ha generado entusiasmo entre los inversores: el banco británico ha recomendado “sobreponderar” las acciones de Santander, elevando su precio objetivo hasta los 6,10 euros por acción. Este nuevo cálculo supone un potencial de revalorización en torno al 36% respecto a sus niveles de cotización actuales, posicionando a Santander como uno de los valores bancarios más atractivos en el parqué español.
Las razones que fundamentan esta mejora en la valoración surgen de varios factores clave. En primer lugar, la entidad británica destaca la confianza que mantiene el banco español en sus perspectivas para el año fiscal 2025. Según ha trascendido de la reunión, el RoTE (Return on Tangible Equity) de Santander se movería en la parte más alta de la horquilla prevista, entre el 15% y el 17%, un indicador que avanza la posibilidad de mayor rentabilidad financiera.
Además, la solidez proyectada por el banco no se vería empañada en exceso por un escenario en el que los tipos de interés podrían reducirse gradualmente en distintas geografías. Santander ha subrayado que su margen de intereses está suficientemente diversificado para resistir mejor que otras entidades, gracias al crecimiento del negocio de préstamos en Latinoamérica y España, así como a la pujanza de la financiación de automóviles en el Reino Unido.
Más factores que impulsan la confianza en Santander
Aunque los recortes de tipos en Europa sean probables a medio o largo plazo, en Brasil, uno de los mercados más relevantes para Santander, se espera que el precio del dinero repunte debido al incremento de la inflación en el país. Este ajuste podría resultar, paradójicamente, en una mejora de la rentabilidad del banco en la región, siempre y cuando logre mantener un buen balance entre la generación de ingresos y el control de los costes de financiación.
Por otra parte, la entidad mantiene altas expectativas en el mercado estadounidense, favorecido en su día por perspectivas de crecimiento económico tras la llegada de nuevos líderes a la Casa Blanca, y también sostiene que su negocio de banca privada seguirá expandiéndose.
Además, Santander continúa perfeccionando su perfil de riesgo y control de costes, lo que refuerza la salud de su balance y fortalece su posición de capital (CET 1). Todo esto coincide con la reducción de los costes extraordinarios, que se situarían en torno a los 1.000 millones de euros este ejercicio, pero con miras a disminuir en el próximo año.
Un futuro prometedor para los accionistas
Los comentarios positivos de Barclays sobre Santander se suman a las valoraciones de otros analistas recabados por Reuters, que en conjunto fijan un precio objetivo promedio de 5,72 euros y señalan un potencial de revalorización cercano al 25%. Con todo, el punto de vista de Barclays va un paso más allá, llegando incluso a anticipar un mejor desempeño.
La clave radicará en la capacidad de Santander para aprovechar el crecimiento de los préstamos en mercados estratégicos, continuar la expansión en segmentos como la financiación de automóviles y sostener una estrategia de contención de gastos eficiente. Si todos estos ingredientes se mantienen en los próximos meses, los inversores podrían ver cumplidas las previsiones de Barclays, brindando a las acciones de Santander una posición más fuerte y con un horizonte prometedor.