Hace tiempo que las mascotas dejaron de ser meramente mascotas y pasaron a tener mucho más protagonismo emocional en nuestras vidas. Y es que, dicen, por ejemplo, que no hay compañía más leal que la de un perro. Pero, por desgracia, su viaje a nuestro costado es mucho más corto de lo que nos gustaría.
Todos hemos pensado alguna vez que ojalá pudieran acompañarnos durante mucho más tiempo, pero hemos asimilado que esta es la voluntad de la naturaleza y no nos queda otra que aceptarla. Sin embargo, la ciencia ha vuelto a desafiar a lo natural y está dispuesta a concedernos nuestros deseos.
La compañía Loyal está por la labor de generar medicamentos que permitan a los perros lidiar con más destreza las enfermedades propias de su vejez y, por tanto, morir más tarde. En estos momentos hay dos procedimientos, que se auguran exitosos, en marcha, el LOY-001 y el LOY-002.
LOY-001, aprobado y en camino
El primer medicamento desarrollado por la empresa Loyal fue catalogado como LOY-001 y ya ha sido aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) del gobierno norteamericano. De hecho, se estima que pueda estar al alcance de cualquiera allá por 2026.
Está pensando únicamente para perros grandes como las razas de gran danés, perro lobo irlandés o pastores de Anatolia, entre otros. Su consumo se produce a través de una inyección, realizada por un veterinario cada tres meses, aproximadamente.
La empresa Loyal informó que el mayor problema de este tipo de perros de gran envergadura son los elevados niveles de la hormona IGF-1, que acelera su envejecimiento. Por eso, LOY-001 reduce la cantidad de IGF-1 para así extender la esperanza de vida saludable.
LOY-002 y la importancia de Boo
Después del éxito con LOY-001, Loyal está trabajando ya en una variación de este medicamento que ayude, en este caso, a razas pequeñas. Si este deviene también exitoso, tal y como parece, cualquier perro podría optar a alargar su vida. Aun así, el procedimiento se encuentra todavía en su fase inicial.
Boo, un perro de 11 años perteneciente a la raza de los Whippet, ha sido el primer animal canino en el que se está probando el efecto del medicamento LOY-002. A diferencia del LOY-001, este se administra directamente a través del consumo de una chuche.
Aunque Boo ha sido el primero, ya son más de 50 veterinarios los que han apuntado a cerca de 1.000 perros al ensayo STAY, tal y como se denomina el estudio del efecto de LOY-002. Se prevé que pueda estar en el mercado también en 2026. De momento, las primeras deducciones son positivas.