Bizum se ha convertido en una de las herramientas más populares para transferencias rápidas y sencillas en España. Su uso abarca desde pagos a amigos hasta pequeñas transacciones comerciales, consolidándose como una alternativa cómoda al dinero en efectivo.
Sin embargo, este sistema no está exento de riesgos. En los últimos meses, los ciberdelincuentes han diseñado fraudes que utilizan Bizum para estafar, explotando la confianza y el desconocimiento de los usuarios.
El nuevo fraude conocido como "Bizum inverso" destaca por su astucia. Los estafadores no solicitan dinero directamente, sino que envían solicitudes de pago, aprovechándose de la distracción o la confusión de la víctima. Una vez aceptada la solicitud, el dinero se transfiere automáticamente al estafador, que logra así sustraer fondos de forma engañosa.
¿Cómo operan los estafadores?
El modus operandi de estos delincuentes varía, pero siempre tiene un objetivo común: engañar mediante ingeniería social. En algunos casos, los estafadores se hacen pasar por organismos oficiales, como la Seguridad Social, afirmando que existe un pago pendiente que debe realizarse a través de Bizum. Proporcionan un código que, en realidad, autoriza el envío del dinero a sus cuentas.
Otra variante del fraude es aún más sencilla. A través de WhatsApp, alguien asegura haber enviado por error un pago de 50 euros y pide la devolución. Si caes en el engaño, transfieres el dinero sin percatarte de que nunca llegó a tu cuenta.
El problema es que estas estafas combinan técnicas que parecen legítimas con una presentación convincente. Ningún organismo público utiliza Bizum para gestionar pagos, y las autoridades bancarias ya han alertado sobre este tipo de fraudes.
Claves para evitar caer en la estafa
Protegerte de este tipo de engaños requiere estar atento y seguir recomendaciones básicas de seguridad. En primer lugar, verifica siempre el número del remitente.
Si no lo reconoces, desconfía. Además, revisa cuidadosamente cualquier notificación de Bizum antes de aceptarla. Si detectas una solicitud de dinero en lugar de un ingreso, recházala de inmediato.
También es esencial desconfiar de mensajes urgentes o con tono alarmista. Los estafadores suelen emplear la presión del tiempo para provocar decisiones apresuradas. Por último, evita compartir datos personales o bancarios con desconocidos, incluso si parecen confiables.
¿Qué hacer si ya has sido víctima?
Si caes en la trampa, actúa rápidamente para minimizar el impacto. Ponte en contacto con tu banco para intentar anular la transacción.
Denuncia el fraude a las autoridades competentes, como la Policía Local o los Mossos de Esquadra. Cambia tus contraseñas y verifica que no haya accesos no autorizados a tu cuenta.
Así pues, este tipo de fraudes aprovecha las nuevas tecnologías para estafar a usuarios despistados. Informarte, desconfiar y actuar con precaución son las mejores herramientas para evitar pérdidas económicas.