Se acercan las fiestas navideñas y con ellas los preparativos para las esperadas reuniones familiares. En estas fechas, las comidas y cenas juegan un papel fundamental, siendo momentos de unión y celebración en torno a la mesa. Planificar el menú puede parecer una tarea complicada, pero no siempre es necesario complicarse para ofrecer platos deliciosos y tradicionales que encanten a todos los comensales. Apostar por recetas clásicas es una fórmula infalible para triunfar en el Día de Navidad.
Hoy te proponemos tres platos tradicionales que forman parte de las mesas navideñas de muchas familias y que, además de ser fáciles de preparar, son ideales para disfrutar en esta celebración tan especial.
Sopa de galets con pelota, el alma de la Navidad catalana
La sopa de galets es un clásico imprescindible en las mesas navideñas de Catalunya. Este plato, reconfortante y lleno de sabor, es el inicio perfecto para cualquier comida de Navidad. Su preparación comienza con un buen caldo casero elaborado con carne de ternera, pollo, cerdo, verduras como zanahorias, apio y chirivía, y, si se desea, un hueso de jamón para potenciar el sabor. El caldo debe cocerse a fuego lento durante varias horas para obtener un sabor intenso.
Mientras tanto, se preparan las pelotas, una mezcla de carne picada de cerdo y ternera, pan rallado, huevo, ajo y perejil, bien sazonada y moldeada en pequeñas bolas. Los galets, esas características y grandes piezas de pasta, se cuecen directamente en el caldo para impregnarse de su sabor. Al final, se añaden las pelotas para que se cocinen suavemente. Este plato es especial porque simboliza la tradición y el cuidado en la cocina familiar.
Cordero asado al horno, una apuesta segura
El cordero asado es uno de los platos estrella del Día de Navidad en muchas partes de España. Este plato combina sencillez con un resultado espectacular. Para su preparación, es fundamental elegir una pieza de cordero de calidad, como una pierna o una paletilla. El cordero se sazona generosamente con sal, ajo, tomillo y romero, y se rocía con aceite de oliva.
La clave está en hornearlo a temperatura baja durante varias horas, bañándolo de vez en cuando con su propio jugo o un poco de vino blanco. Esto garantiza una carne jugosa y con una piel dorada y crujiente. Servirlo con unas patatas panaderas o un puré de manzana como acompañamiento lo convierte en un plato irresistible. Este asado es especial porque representa la tradición y los sabores de siempre.
Turrón casero de chocolate, el dulce perfecto
Aunque los turrones comerciales son habituales, preparar uno casero puede ser una opción sorprendente y deliciosa. El turrón de chocolate con almendras o arroz inflado es muy fácil de elaborar. Basta con derretir chocolate negro y con leche al baño maría, mezclándolo con un poco de manteca de cerdo para conseguir una textura suave.
Una vez derretido, se añaden almendras tostadas o arroz inflado y se vierte la mezcla en un molde rectangular. Después, se enfría en la nevera durante varias horas hasta que solidifique. Este turrón casero es especial porque combina un toque personal con el sabor tradicional de la Navidad.
Estos tres platos clásicos no solo son deliciosos, sino que también evocan recuerdos familiares y celebraciones llenas de magia. Con estas recetas, el Día de Navidad será todo un éxito. ¡Felices fiestas y buen provecho!