David Bagés es uno de los actores más habituales en los escenarios, pantallas de cine y series de televisión catalanas. A sus 58 años, el intérprete de Reus ha compartido su metodología en su intervención en el programa Al Cotxe!, que presenta Eloi Vila en TV3.
Bagés alcanzó la popularidad por sus participaciones en programas con carácter alternativo y contracultural producidos por Televisión Española, así como en programas y series de TV3, Antena 3, Cuatro y Telecinco. Su debut cinematográfico lo llevó a cabo de la mano de Francesc Bellmunt y la comedia Rateta, rateta (1990). Los telespectadores de la televisión pública catalana se familiarizó con su rostro expresivo y el carisma de sus interpretaciones sin artificios, gracias a su personaje de Amadeu en Nissaga de poder. Posteriormente también se convertiría en el Doctor Joaquim Dalmau Muntaner de Temps de silenci, en el Albert Sindreu de Ventdelplà y, especialmente el Balló de La Riera. Unos personajes que lo encumbraron en lo más alto de la televisión en catalán.
Un actor muy familiar para el público teatral y los telespectadores catalanes
Pocos actores pueden presumir de haber intervenido en todas las grandes series de la casa, porque además intervino brevemente en Plats bruts. Prácticamente tan solo le ha faltado participar en Com si fos ahir. En cine también trabajo bajo las órdenes de Agustí Villargona en Incerta glòria, entre otras interpretaciones. Sin embargo, la verdadera esencia de David Bagés se encuentra en los escenarios, habiendo intervenido en prestigiosos montajes, como Una historia catalana, El test, Ocells i llops, El tràmit, Assassinat a l'Orient Express, Macbeth, Paraules encadenades y Els Buonaparte, entre muchos otros.
Una larga trayectoria y una enorme disparidad de personajes que han requerido de una gran concentración y poner en práctica un método específico de trabajo. Subido al monovolumen del original y distendido programa Al Cotxe!, Bagés ha confesado a Vila que "cada vez que tenía un estreno en teatro, para quitarme presión de encima, iba al Teatre Grec por la mañana y me hacía toda la función con los movimientos y todo, yo solo. Eso que hacemos los actores, que te pasas toda la función, y por lo tanto vista por todos los que paseaban por allí. A veces había gente que se quedaba ahí sentada, y me aplaudían y todo. Lo hacía por eso, para quitarme un poco de presión".
Las confesiones de David Bagés y su original forma de motivarse y desestresarse al mismo tiempo, que puede servir como consejo para todos aquellos actores y actrices que se ven perjudicados por los nervios y la presión en las exigencias derivadas de su condición como intérpretes.