La última hora de las tardes de TV3 es terreno del carismático Llucià Ferrer, presentador de uno de los quiz show más notables y entretenidos de la televisión. Codirigido por Marta Obiols y Espertac Peran, Atrapa’m si pots es un espacio diario protagonizado por cinco concursantes que deben responder correctamente a las diversas cuestiones que se les plantean.
Una de las preguntas formuladas por Ferrer puso en evidencia un secreto muy guardado del periodista Carles Prats. La incógnita desvelada hizo referencia a su carpeta escolar, que tenía debidamente forrada con fotos de Julia Otero, descubriéndose así el amor platónico que sentía Prats por la famosa presentadora. Además de entretener, Atrapa’m si pots -nominado a los Premios Zapping 2021 en la categoría de mejor programa de entretenimiento/concurso-, también permite desvelar secretos de los presentadores de la cadena.
El barcelonés Carles Prats, de 48 años, es un reputado periodista, que alcanzó la fama gracias a presentar el Telenoticias mediodía de TV3, durante un año, el periodo comprendido entre septiembre de 2009 a septiembre de 2020. En su trayectoria profesional también destaca su especialidad como corresponsal en Bruselas y París, y como colaborador de El Periódico de Catalunya y de BTV, entre otros medios.
Julia Otero y el interés de los periodistas
Cuando Prats era tan solo un chaval, Julia Otero ya estaba consolidada como profesional del periodismo. Con una brillante y extensa carrera, tanto en radio como en televisión y prensa escrita, esta famosa catalana de ascendencia gallega, ha triunfado en algunos de los medios más importantes de país, desde TVE y TV3, hasta la Cadena Ser y Onda Cero, emisora en la que actualmente sigue triunfando mediante su programa diario, “Julia en la Onda”.
A Julia Otero siempre se le ha considerado como una mujer muy querida y respetada por la audiencia. Carles Prats no es el único que se sintió atraído por ella, otro compañero periodista, Ramon Pellicer sucumbió a los encantos de Julia, contrayendo matrimonio desde 1987 hasta 1993.
Además de su encomiable profesionalidad, Otero también destaca por guardar su vida privada con gran recelo; sin embargo, comunicó de viva voz la información de que había superado un cáncer de colon con la intención de normalizar situaciones similares y dar un mensaje de esperanza. No cabe ninguna duda de que el periodismo necesita de profesionales de su envergadura. Además del rigor y el compromiso, esas grandes dosis de humanidad.