El catedrático emérito de Economía, Santiago Niño Becerra, ha expresado una visión crítica y escéptica sobre la capacidad del nuevo sistema de financiación de Catalunya para resolver el histórico déficit fiscal. En una reciente intervención en el programa 'Tot es Mou', Becerra explicó lo siguiente. Aunque se espera que el Estado español aumente la inversión en Catalunya, la magnitud del déficit fiscal interregional hace imposible su eliminación.
Aumento de inversión, pero sin resolver el déficit
Niño Becerra reconoció que la propuesta de financiación implicará un incremento en la inversión estatal en Catalunya, pero advirtió que este no será suficiente para "jugar el déficit fiscal interregional". Según el economista, quienes creen que con este acuerdo el déficit desaparecerá, están equivocados.
Ya que la estructura del sistema de financiación vigente desde los años ochenta se diseñó para redistribuir recursos entre las comunidades autónomas. Este sistema, de acuerdo con Becerra, busca equilibrar la renta media de las comunidades con respecto a la media nacional. Lo cual necesariamente requiere que Catalunya aporte más de lo que recibe.
Becerra se refirió también a las recientes declaraciones del político español Alberto Núñez Feijóo. Quien criticó la idea de que Catalunya reciba anualmente 13.000 millones de euros adicionales, cifra que Becerra no considera realista. Para él, este déficit fiscal tiene raíces profundas, y sin un cambio estructural en el sistema de financiación, la situación no variará mucho.
El impacto de la inflación en el déficit acumulado
El catedrático presentó datos que ilustran la evolución del déficit fiscal acumulado de Catalunya. Según datos de la Generalitat, que Niño Becerra aclaró que no corresponden al Gobierno central, el déficit fiscal interregional acumulado comenzó en 5.000 millones de euros en 1986. Y alcanzó los 250.000 millones de euros en 2022, en términos corrientes.
Sin embargo, al ajustar estos valores por inflación y expresarlos en términos de "euros reales", el déficit acumulado asciende hasta los 650.000 millones de euros. Este ajuste revela, en su opinión, la magnitud del problema, el cual considera "imposible de resolver" bajo el actual esquema de financiación.
El economista subrayó que el sistema LOFCA , que regula la distribución de los recursos entre comunidades, debería reformarse profundamente para que Catalunya pudiera aliviar su déficit fiscal. Sin este cambio, Becerra considera que Catalunya continuará con un nivel de aportación desproporcionado en relación con lo que recibe.
Un sistema diseñado para la redistribución
Para él, el sistema de financiación está intrínsecamente orientado a redistribuir los ingresos de las comunidades con mayor capacidad económica hacia aquellas con menor capacidad. Esto se traduce en una aportación constante de Catalunya para igualar la renta media nacional.
A juicio del economista, esta estructura impide que las comunidades más aportadoras, como Catalunya, vean algún beneficio considerable de los nuevos acuerdos de financiación. Pues el sistema se mantiene enfocado en cubrir las brechas de renta entre regiones.
El análisis de Niño Becerra es contundente: mientras el sistema no cambie profundamente, Catalunya seguirá aportando más de lo que recibe. El catedrático insiste en que el déficit fiscal regional es una consecuencia directa de una política redistributiva que se implantó hace más de cuatro décadas y que continúa sin modificaciones relevantes. En su opinión, este es el verdadero problema de fondo, uno que no puede resolverse solo aumentando las inversiones estatales en Catalunya.
Para cerrar, Niño Becerra dejó claro que, a pesar de las mejoras que pudieran darse, el sistema de redistribución actual no permitirá que Catalunya se libere de su déficit fiscal interregional. Ya que el propio diseño de la financiación está estructurado para garantizar una mayor distribución desigual de recursos a favor de las distintas regiones menos prósperas del país.