Hombre de cabello canoso con camisa azul claro sobre fondo morado.

Sale a la luz cómo Urdangarin intentó seducir a un alto cargo de la cárcel de Brieva

El exmiembro de la Familia Real habría intentado esto durante su estancia en este centro penitenciario

La vida de Iñaki Urdangarin ha dado muchos giros en los últimos años; primero, con su ingreso en prisión por el caso Nóos, que lo situó en el ojo del huracán. Luego, con su posterior divorcio de la infanta Cristina, formalizado el pasado mes de enero. Y, por si eso no fuera suficiente, su presunta relación extramatrimonial con Ainhoa Armentia generó un gran revuelo.

Desde que se filtraron fotografías de ambos paseando en actitud romántica por las playas de Biarritz. Aunque el matrimonio real estaba roto desde hacía tiempo, aquello reavivó debates sobre la vida personal del exjugador de balonmano. Y su comportamiento durante los años más complicados de su vida: los que pasó en la cárcel de Brieva.

Sin embargo, la última revelación, que proviene del libro Urdangarin: relato de un naufragio, escrito por el periodista Nacho Gay, ha acaparado titulares recientes. Según lo descrito en el libro, Urdangarin mantuvo una actitud de seducción constante incluso dentro de prisión.

Llegando supuestamente a “tirarle los tejos” a Esther, quien ejercía de subdirectora en el centro penitenciario. Este nuevo detalle no solo ahonda en la imagen de galán atribuido al exduque de Palma. Sino que también reabre el debate acerca de los privilegios que pudo disfrutar durante su reclusión y del poder que creía ostentar por su relación con la Corona.

Un hombre de traje y corbata azul con expresión seria en un entorno interior.
Iñaki Urdangarín | YouTube

El contexto y el porqué del rumor

La polémica alrededor de Iñaki Urdangarin no es nueva. Desde que se inició la investigación por el caso Nóos, su nombre dejó de ser un referente para convertirse en protagonista de titulares. El juicio, las declaraciones de la infanta Cristina y el resultado final —cinco años de prisión— marcaron un antes y un después en la vida de la pareja.

A partir de ese momento, la relación con su esposa pareció deteriorarse de forma prácticamente irreversible. Su ingreso en la prisión de Brieva no fue el de un interno más. Tal como ha trascendido, Urdangarin disponía de un módulo individual, con comodidades que distaban bastante de las celdas habituales.

Una habitación con televisión, baño privado, cama King size y acceso casi continuo a un teléfono móvil. También podía hacer uso de varias instalaciones, como un gimnasio, biblioteca y piscina, algo que ha suscitado bastantes críticas entre la opinión pública.

En este contexto, las revelaciones sobre su papel de seductor en el centro penitenciario cobran un matiz especial. Según el periodista Nacho Gay, Urdangarin siempre se había visto a sí mismo como alguien “alto, atractivo y con mucha labia”.

Un hombre de traje y corbata posa junto a una joven y un joven, ambos vestidos formalmente, en un entorno al aire libre con árboles y personas al fondo.
Iñaki, Irene y Pablo Urdangarin | Instagram

Esto, sumado a su pertenencia a la realeza, lo hacía sentir por encima del resto. El libro plantea que se aprovechó de esta personalidad y privilegios para seducir no solo a mujeres dentro de la prisión —entre ellas, presuntamente, la subdirectora—, sino también para generar simpatías.

Así, mientras en el exterior la infanta Cristina se alejaba cada vez más de él e iniciaba los trámites de separación. En el interior de Brieva Urdangarin habría continuado alimentando su ego con gestos de seducción. La duda que se plantea ahora es si estas actitudes formaban parte de su carácter habitual o si fueron resultado de su necesidad de evadirse de una realidad incierta y hostil.

Declaraciones oficiales y reacciones

Hasta la fecha, no ha habido un comunicado por parte de la familia real respecto a la actitud de seducción de Iñaki dentro de Brieva. Tampoco se han pronunciado la propia infanta Cristina ni Ainhoa Armentia, su actual pareja. El mutismo en torno a este asunto parece indicar que prefieren no avivar más la polémica.

Lo cierto es que el libro de Nacho Gay ha generado un fuerte impacto mediático en las últimas semanas. Algunos defienden la libertad del periodista para retratar a Urdangarin tal como él lo ha investigado. Otros, en cambio, consideran que la publicación se centra demasiado en el morbo de las supuestas relaciones del exduque en prisión.

Por otro lado, voces cercanas al entorno de Urdangarin aseguran que, aunque siempre haya sido alguien carismático. La versión de su presunta seducción a un alto cargo de la cárcel podría estar exagerada o sacada de contexto con fines editoriales.