Roberto Leal se ha convertido en uno de los rostros más reconocidos de la televisión en España. Aunque muchos lo recuerdan por su paso por Operación Triunfo, su popularidad se ha consolidado gracias a Pasapalabra, el exitoso concurso diario de Antena 3.
También lidera El Desafío, otro formato de éxito que se suma a su ya extensa trayectoria profesional. Con cada nuevo proyecto, Roberto Leal consolida aún más su presencia en la televisión española.

Roberto Leal cuida mucho su alimentación
A sus 46 años, el presentador sevillano está en un gran momento, tanto personal como profesional. Pero no solo destaca por su trabajo en televisión. Y es que ha demostrado también un gran interés por el deporte y la vida saludable.
En una entrevista con la revista Men’s Health, Leal confesaba cómo ha cambiado su día a día desde que se apuntó a crossFit. En este contexto, confesaba que se sentía mucho más feliz.
Esta rutina de entrenamiento le ha ayudado no solo a mejorar su forma física, sino también a sentirse mejor consigo mismo. Además, reveló un detalle muy personal relacionado con su alimentación.

Durante años, fue un gran consumidor de azúcar, tanto en el café como en alimentos procesados, pero eso ya es cosa del pasado. Hoy, ha eliminado esos productos de su dieta diaria.
El postre andaluz favorito de Roberto Leal
Eso sí, hay un pequeño placer del que no se puede desprender: los dulces típicos de su tierra. Cada vez que vuelve a Alcalá de Guadaíra, su localidad natal, hace una parada obligatoria en el restaurante de su amigo Jesús, Casa Aurora.
Y allí no se resiste a un postre muy especial: la poleá. En una entrevista con la Guía Repsol, el presentador recomendaba probar varios platos del local, pero hay uno que destaca especialmente:
"Entre sus especialidades están las milhojas de ventresca, los boquerones fritos, la poleá de Alcalá, una especie de gachas dulces que quita el sentío", contaba. La poleá de Alcalá es un dulce tradicional de Andalucía Occidental.

Se elabora con ingredientes sencillos como harina, leche, azúcar y canela. Un postre humilde, pero con mucho sabor, que ha pasado de las cocinas caseras a ser un imprescindible en las tabernas más castizas del sur.
Con una carrera imparable y un estilo de vida más saludable, Roberto Leal demuestra que es posible compaginar el éxito profesional con el bienestar. Eso sí, sin renunciar a los sabores de siempre, como la poleá de su tierra, que sigue ocupando un lugar muy especial en su vida.