La noticia de la absolución de Dani Alves por parte del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya ha generado una oleada de reacciones en el ámbito público y privado. Entre ellas, destaca la respuesta de Joana Sanz, esposa del futbolista brasileño, cuya vida ha estado en el foco mediático desde el inicio del proceso judicial.
Un giro de 180 grados
El 28 de marzo de 2025, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya revocó la condena de cuatro años y medio de prisión impuesta a Dani Alves por un delito de agresión sexual.
La sala de apelaciones consideró que el testimonio de la denunciante no era suficiente para sostener la condena y, por tanto, primó la presunción de inocencia del exfutbolista. Esta decisión ha sido recibida con alivio por parte de Alves y su entorno más cercano, quienes han vivido meses de incertidumbre y exposición pública.

Joana Sanz se pronuncia
Joana Sanz, quien ha mantenido una postura discreta durante todo el proceso, ha expresado su satisfacción por la absolución de su esposo. Según declaraciones recogidas por diversos medios, la modelo ha manifestado: "Estamos felices por esta absolución, pero ¿y todo el daño que se nos ha hecho? Amenazas en redes sociales, pérdida de contratos publicitarios...". Estas palabras reflejan el desgaste emocional y profesional que ha sufrido la pareja durante este periodo.
Por su parte, la abogada de Dani Alves, Inés Guardiola, celebró la decisión judicial afirmando: "Estamos muy felices, es inocente, se ha demostrado, la Justicia ya ha hablado". Estas declaraciones subrayan la confianza que la defensa tenía en la inocencia de Alves y en la solidez de su recurso de apelación.
Sin embargo, no todas las reacciones han sido favorables. La exministra Irene Montero ha criticado la sentencia, señalando que "sitúa la responsabilidad en la víctima" y calificándola de "justicia patriarcal".

En el ámbito mediático, el presentador Joaquín Prat compartió en su programa 'Vamos a ver' información sobre la reacción de Joana Sanz, destacando la felicidad de la pareja por la absolución, pero también su inquietud por las consecuencias personales y profesionales que han enfrentado durante este tiempo.
Otras versiones aseguran que la pareja hace tiempo que no funciona y que podrían romper definitivamente. De hecho, durante todo el proceso penal que ahora parece finalizar, ha habido varios giros en su relación.