El subgénero musical conocido como "Rumba Catalana" tiene como máximos estandartes a dos cantantes catalanes, a quienes se les suele atribuir su invención, sin que durante el transcurso del tiempo se haya llegado a una decisión definitiva al respecto.
Por un lado se encuentra Antonio González 'el Pescaílla' (1926-1999), y por el otro, Pere Pubill i Calaf 'Peret' (1935-2014). Ambos se convirtieron en mitos populares y exaltaron las posibilidades de este estilo musical originario de la comunidad gitana barcelonesa, y con múltiples influencias sonoras.
Entre los dos músicos, Peret es el que siempre defendió con más devoción su autoría como verdadero creador de la Rumba Catalana y bajo este calificativo de creador es con el que quería que se le conociera: "Yo no soy el rey de nada. Soy el creador. He creado un estilo, he creado un género que es la rumba catalana. Quien diga lo contrario, miente". Así de claro y contundente se autodefinía el cantante y guitarrista nacido en Mataró de mediados de los años treinta.
Rumba Catalana y Rumba Flamenca
En la serie documental Pop Español de los años sesenta, Peret ya dejaba muy clara su postura ante una polémica que viene de lejos, para resaltar las diferencias entre el Pescaílla y él: "El Pesca ha sido uno de los mejores artistas que ha dado Catalunya, junto con Carmen Amaya. Pero él era otra rumba la que hacía, no es lo que el público conoce como rumba catalana. Aunque fuera catalán, él era flamenco. Él se ganaba la vida haciendo flamenco y cantaba una rumba flamenca. De hecho, no hay ningún tema que podamos decir que es del Pesca. El Pesca lo que hacía era sus versiones por rumba y cantando flamenco, y esto es lo que ha hecho mejor que nadie. Pero la rumba catalana es otra cosa distinta".
En realidad, esta teoría expuesta por Peret es la que más se asemeja a la verdadera autoría como creador de la rumba catalana. Ambos fueron grandes artistas, sobradamente reconocidos, pero con el punto diferencial de la aproximación al Flamenco del Pescaílla, y una especialización más catalana por parte de Peret. Sin embargo, también es cierto que se reconoce a el Pescaílla y a su hermano Joan como los primeros en experimentar con la rumba catalana.
Antonio González, 'el Pescaílla' estuvo muy unido a Lola Flores, con quien se casó en 1957. La muerte de esta y la de su hijo Antonio tan solo 14 días después, afectó enormemente a este catalán de éxito internacional, que moriría cuatro años después.
La controversia acerca de la creación de este estilo musical tan reconocible dentro de la cultura popular catalana, es analizadas con todo lujo de detalles en el interesante documental Peret, yo soy la rumba, dirigido con mucho rigor y respeto por Paloma Zapata en 2018.
Quizá la conclusión más acertada la encontramos cuando, coincidiendo con el fallecimiento de Peret en 2014, la Asociación Fomento de la Rumba Catalana (Forcat) calificó a Peret como "el principal responsable de la divulgación, la eclosión comercial y la proyección internacional de la Rumba Catalana". Con todo ello, para la mayoría de teóricos, Peret fue el padre de la Rumba Catalana, mientras que el Pescaílla fue el padre de la Rumba Flamenca.