Desde hace años, los rumores sobre una posible crisis matrimonial entre Felipe VI y Letizia Ortiz son recurrentes. Aunque oficialmente la Casa Real nunca ha confirmado estos extremos, lo cierto es que algunos detalles recientes parecen avivar la especulación sobre una separación informal en la práctica. En los últimos tiempos, tanto el rey como la reina han tomado caminos separados no solo en su vida privada, sino también en sus actividades institucionales, dando lugar a crecientes comentarios acerca del estado actual de su relación.
Lo ocurrido: vidas separadas con discreción
El último episodio que ha intensificado estas habladurías fue protagonizado por la reina Letizia y el rey Felipe VI durante este pasado fin de semana. Mientras Letizia optaba por alejarse de la Zarzuela para realizar uno de sus discretos viajes privados, Felipe VI también decidió apartarse del protocolo real, viajando por separado con amigos. Así lo ha informado El Nacional.
La reina Letizia eligió como destino Barcelona tras su viaje institucional a Cabo Verde, donde visitó proyectos de cooperación española, compartiendo encuentros con la primera dama, Débora Katisa Carvalho. Tras finalizar sus compromisos oficiales, y en lugar de regresar directamente a Madrid, decidió dirigirse a Barcelona. Allí, asegura el medio ya mencionado, disfrutó de un tranquilo fin de semana en compañía de un empresario catalán con quien se la vincula sentimentalmente desde hace tiempo.
Por su parte, Felipe VI tampoco se quedó en Madrid, aprovechando la ausencia de compromisos oficiales para desplazarse hasta las pistas de esquí de Formigal, uno de sus lugares favoritos para practicar este deporte. Allí se reunió con sus amigos cercanos, los hermanos Fuster, pasando una jornada distendida lejos de los habituales rigores protocolarios que exige su cargo.
Esta coincidencia en agendas separadas ha alimentado inevitablemente las teorías sobre un pacto privado entre ambos para vivir vidas independientes manteniendo las apariencias institucionales necesarias para la estabilidad de la corona. Se trataría de un acuerdo similar al que en su día alcanzaron los padres del rey, Juan Carlos I y la reina Sofía, quienes llevan décadas haciendo vida completamente separada aunque manteniendo oficialmente la unión matrimonial.
Desde la Casa Real, la respuesta ante estos rumores ha sido un absoluto silencio. Ni portavoces oficiales ni miembros próximos a la familia real han emitido declaraciones públicas confirmando o desmintiendo estas versiones, manteniendo la política habitual de discreción respecto a la vida privada de los monarcas.
No obstante, periodistas especializados en la monarquía española, como Laura Rodríguez, han apuntado reiteradamente que, aunque la relación entre Felipe VI y Letizia siempre ha estado marcada por un fuerte carácter institucional, en los últimos años habrían incrementado su distanciamiento personal. Según estas mismas fuentes, la decisión de mantener la discreción sería clave para garantizar la estabilidad institucional, especialmente tras la salida de sus hijas, Leonor y Sofía, del núcleo familiar más cercano.