Según publica la revista ¡Hola!, y como consecuencia de una estrategia llevada a cabo por su prima, Victoria Federica, Irene Urdangarin tiene novio, un chico al que conoce desde bien pequeña.
La identidad del afortunado corresponde a Juan Urquijo, hermano de Teresa Urquijo, la esposa del alcalde Almeida. El romance entre ambos empezó el pasado verano, coincidiendo con un reencuentro tras tiempo sin verse, que obedece al elaborado plan de Victoria Federica. Por lo que parece, se produjo un gran entendimiento entre ellos que derivó en la materialización de una relación sentimental que se mantiene vigente, a pesar de no vivir juntos.
Con su voluntariado en Camboya de por medio, a sus 18 años, la hija de la infanta Cristina parece haber encontrado el amor en su primo lejano de 25 años. Juan Urquijo es el hijo de Lucas Urquijo Fernández de Araoz, bisnieto del doctor Gregorio Marañón, y un importante directivo de El Corte Inglés. Blanca Moreno es su madre, a su vez hija de Su Alteza Real Teresa de Borbón-Dos Sicilias y Borbón, prima del Rey Juan Carlos, abuelo de Irene Urdangarin. Así que la joven pareja de amantes guardan un parentesco familiar que no les ha privado de avanzar en su relación sentimental.
Ambas familias parecen aprobar una relación que consideran idónea para evitar más suspicacias alrededor de la imagen de Irene, un tanto controvertida durante las últimas semanas. Juan Urquijo parece haber emergido como figura crucial para el devenir de la cuarta hija de Cristina e Iñaqui. A Juan se le considera como el chico adecuado, acostumbrado a la realeza, muy bien preparado, culto e inteligente y, en definitiva, perteneciente a la familia.
El visto bueno de la Casa Real
La excelente recepción de la noticia por parte de la Casa Real ya había quedado demostrada durante la boda de Teresa Urquijo con José Luis Martínez Almeida, durante la cual las cámaras captaron el afectuoso saludo de Juan Urquijo al rey Juan Carlos, quien le brindó un entusiasta apretón de manos. La unión sentimental entre Irene y Juan llega en un buen momento, pues además de sus discutidas tareas humanitarias por Camboya, recientemente también salió a la luz una controvertida noticia de un suceso acontecido hace unos meses en un restaurante de Madrid, en donde parece que algunos amigos de Irene mostraron un comportamiento inadecuado, que puso en un compromiso la imagen de la chica.
Y si Irene está inmersa en su vocación solidaria por Camboya -todo ello a pesar de ciertas imágenes que han puesto en entredicho su solidaridad-, Juan Urquijo también atravesó su etapa colaboracionista cuando en 2016 se desplazó hasta Filipinas para ayudar a familias desfavorecidas. Ambos con experiencias solidarias y humanitarias. Ahora quizá falte esperar que Irene termine su año de transición, para definir el futuro más inmediato de la pareja.