Lo que se está cocinando en la vida de Iñaki Urdangarin promete más drama que un capítulo de telenovela. Y es que el ex duque de Palma está decidido a dar el gran paso con Ainhoa Armentia, su actual pareja. ¿Una nueva boda a la vista? Sí, has leído bien. Pero no todo es color de rosa en esta historia, ya que las tensiones familiares están al borde de explotar.
Una boda en el horizonte
Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia, tras superar varias adversidades, están más unidos que nunca y han decidido formalizar su relación. Se rumorea que podrían casarse este mismo año, aunque la ceremonia podría no celebrarse en España, sino en un lugar más discreto para evitar el escándalo mediático. Ainhoa y Urdangarin ya viven juntos en Vitoria, donde comparten su vida y sueños lejos del bullicio de la prensa rosa.
Los hijos: la gran barrera
Sin embargo, no todo es felicidad. Los hijos de Urdangarin y la infanta Cristina no ven con buenos ojos a la nueva pareja de su padre. Esta situación ha generado tensiones que complican las reuniones familiares. Recientemente, Iñaki llevó a Ainhoa a un partido de balonmano de su hijo Pablo, lo que resultó en un encuentro tenso y distante.
Por otro lado, los hijos adolescentes de Ainhoa tampoco están muy contentos con la presencia de Urdangarin. Aunque el exduque ha intentado ganarse a los chicos, la relación sigue siendo complicada.
La sombra de los problemas judiciales de Urdangarin sigue presente. Tras su salida de prisión, el exdeportista ha tenido problemas económicos. Aunque consiguió un acuerdo económico sustancial gracias a la intervención del rey emérito, las demandas de Urdangarin han sido una fuente constante de tensiones. Ha solicitado 25.000 euros mensuales de por vida y una indemnización millonaria, demandas que la infanta Cristina ha rechazado rotundamente.
La relación con Ainhoa Armentia
A pesar de los problemas, la relación entre Iñaki y Ainhoa parece sólida. Ambos trabajan en la misma empresa en Vitoria y comparten una vida tranquila, lejos del foco mediático. Ainhoa, abogada de profesión, ha sido un pilar de apoyo para Urdangarin durante estos tiempos difíciles. La pareja ha optado por mantener su relación lo más privada posible, evitando los eventos públicos que puedan generar más polémica.
Aunque la boda de Iñaki y Ainhoa podría ser un paso hacia una nueva etapa, las tensiones familiares y los problemas legales no desaparecerán de la noche a la mañana. La infanta Cristina, profundamente herida por la infidelidad de Urdangarin, sigue siendo una figura clave en esta historia. Sus cuatro hijos, especialmente los menores, han pasado por momentos muy duros debido a la separación y la nueva relación de su padre.
Los problemas familiares entre los Borbones son una constante y no parece que vaya a tener solución en corto plazo.