Uno de los dos condenados por el llamado ‘crimen de la Guardia Urbana’, Albert López, ha empezado el tratamiento preliminar para poder disfrutar de permisos penitenciarios en un futuro. Según ‘El Periódico’, la otra condenada, Rosa Peral, ha tenido conocimiento de este hecho y ha reclamado a la Consellería de Justicia el expediente de López por si este ha reconocido los hechos, cosa que podría permitir un recurso extraordinario de revisión de sentencia ante el Tribunal Supremo. Fuentes penitenciarias han explicado a la ACN que, de momento, López está haciendo los pasos preliminares antes de iniciar el tratamiento específico para su delito y sus circunstancias.
López fue condenado a 20 años de prisión por el asesinato de la pareja de Peral, pero lleva 7 encarcelado. El hecho de reconocer al menos parcialmente su responsabilidad en el crimen y de hacer el tratamiento específico le podría permitir acceder a permisos penitenciarios, salidas puntuales y, incluso, el tercer grado, de aquí un tiempo.
En su escrito a Justicia, Peral ha recordado que a ella no se le permite acceder a los tratamientos porque no ha reconocido los hechos. Por eso, deduce que si López ha accedido es porque sí que ha reconocido los hechos, cosa que podría hacer variar la culpabilidad de la pareja del asesinato.
Diferentes condenas
La Audiencia Provincial de Barcelona y luego el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, que ratificó la sentencia, condenó a Rosa Peral y a Albert López a veinticinco y veinte años de cárcel, respectivamente. Los jueces aplicaron la pena máxima permitida por el Código Penal, debido al gran ensañamiento que aplicaron a su asesinato. La diferencia de penas entre Rosa y Albert se explica porque a esta última se le aplicó un agravante de parentesco por ser la pareja sentimental de Pedro, el fallecido.
Permisos penitenciarios
Rosa Peral entró en la cárcel en 2017. Lo hizo de manera preventiva, cuando la instrucción de la causa todavía seguía su curso. El Juez Instructor, a instancias del Ministerio Fiscal, no tuvo ninguna duda y consideró que concurrían las causas previstas para decretar la prisión provisional: existía un importante riesgo de fuga y, sobretodo, los indicios de culpabilidad eran muy elevados.
Lógicamente, los 25 años de prisión empiezan a contar desde el primer día en el que el condenado pisa la cárcel. Es decir, no empiezan a contar cuando la sentencia fue firme. De modo que Rosa Peral ya lleva cumplidos, aproximadamente 7 años, lo que se acerca al tercio del total de la condena, que son 8 años y cuatro meses (25/3 = 8,3).
El 'Alber' empieza el tratamiento preliminar para poder disfrutar de permisos penitenciarios
La defensa de Rosa Peral sospecha que el otro condenado, el 'Alber', haya confesado el crimen y haya reconocido que él fue el autor del asesinato. Esto explicaría que sí ha reconocido los hechos, pues a Rosa Peral no se permite este tratamiento preliminar porque no ha reconocido los hechos.