La vida de Iñaki Urdangarin ha dado un giro inesperado que pocos habrían anticipado hace apenas unos años. Tras su salida de prisión y el escandaloso fin de su matrimonio con la infanta Cristina, el exduque de Palma ha optado por rehacer su vida lejos de los focos mediáticos, aunque no exento de polémica.
Su relación con Ainhoa Armentia, inicialmente vista con escepticismo, se ha consolidado hasta el punto de compartir hogar en una de las zonas más exclusivas de Vitoria.
Un nuevo comienzo en Ciudad Jardín
La pareja ha decidido establecer su residencia en Ciudad Jardín, una urbanización de alto standing en Vitoria, conocida por su tranquilidad y privacidad. Allí, han alquilado una vivienda cercana a la de la madre de Iñaki, Claire Liebaert, lo que le permite estar pendiente de ella debido a su delicado estado de salud. La elección de este enclave no es casual; ofrece el equilibrio perfecto entre discreción y comodidad, aspectos que la pareja valora especialmente en esta nueva etapa de su vida.
La mudanza no ha pasado desapercibida. Han sido vistos realizando compras para su nuevo hogar y adaptando la vivienda a sus gustos personales. Aunque Ainhoa comparte la custodia de sus hijos con su exmarido y pasa parte del tiempo en otra residencia, la casa en Ciudad Jardín se ha convertido en el núcleo de su vida en común con Iñaki.
Reacciones y desafíos económicos
El nuevo estilo de vida de Urdangarin ha generado diversas reacciones, especialmente en el entorno de la infanta Cristina. Algunos consideran que Iñaki está viviendo por encima de sus posibilidades, especialmente teniendo en cuenta que actualmente no tiene un empleo conocido. Se ha informado que recibe una compensación económica tras el divorcio, pero ha solicitado un aumento de esta cantidad, lo que ha sido motivo de tensión con su exesposa.
A pesar de estos desafíos, Iñaki y Ainhoa han mantenido una relación estable y han optado por llevar una vida discreta, alejados del foco mediático. Han sido vistos disfrutando de actividades cotidianas y compartiendo momentos con amigos, lo que indica una convivencia armoniosa y consolidada.
Este nuevo capítulo en la vida de Iñaki Urdangarin refleja su deseo de dejar atrás el pasado y construir una vida basada en la estabilidad y la discreción. Sin embargo, las implicaciones económicas y las tensiones familiares sugieren que aún quedan desafíos por enfrentar. ¿Logrará mantener este equilibrio en el tiempo?