El romance entre Juan Carlos I y Bárbara Rey siempre ha sido objeto de especulación y controversia, pero las recientes revelaciones han añadido un nuevo capítulo a esta historia. Según ha publicado la periodista Pilar Eyre en Lecturas, el rey no solo mantenía una relación sentimental con la vedette, sino que también se encargaba de negociar personalmente con la revista Interviú para que protagonizara varias de sus portadas.
La vedette fue portada de Interviú en al menos cinco ocasiones, siendo su primera aparición en 1977. Por esos posados, Bárbara Rey recibía una cantidad significativa de dinero, que fue acordada tras la intervención directa del monarca. Según los informes, Juan Carlos I no solo pedía que su amante apareciera en las portadas, sino que también negociaba el caché de Bárbara, mostrando hasta qué punto quería influir en su carrera pública.
Lo más sorprendente de esta historia es el nivel de implicación del rey en el manejo mediático de su amante. Aunque siempre ha habido rumores sobre su relación, estos nuevos datos revelan la profundidad de esa relación y la disposición del monarca para utilizar su influencia con los medios de comunicación.
"El presidente decía 'me ha llamado el rey para que volvamos a sacar a bárbara en portada'. Todos asentían, 'que las fotos las haga César Lucas'", escribía Pilar Eyre acerca de las llamadas del emérito a la revista. Aunque, realmente, recibir estas peticiones reales expresas no suponía un esfuerzo demasiado estricto por parte de Interviú. De hecho, todo lo contrario: "También es cierto que ninguno de ellos se oponía a la publicación de las fotos porque con Bárbara en la portada la revista vendía más ejemplares que nunca".
Otra polémica de Juan Carlos I
Las portadas de Interviú eran conocidas por ser provocativas y generar gran atención mediática, algo que claramente favorecía la imagen de Bárbara Rey como uno de los mayores iconos de la farándula en la España de los años 70 y 80. Sin embargo, ahora que se sabe que estas portadas fueron parte de una estrategia cuidadosamente orquestada por el propio Juan Carlos I, la historia cobra una nueva dimensión. Este dato ha añadido una nueva capa de polémica a la figura del rey emérito, cuya vida personal ha estado envuelta en escándalos durante las últimas décadas.
La influencia de Juan Carlos I en el mundo de los medios de comunicación se extiende más allá de este caso, pero las revelaciones sobre su intervención en las negociaciones con Interviú destacan su preocupación por proteger su relación con Bárbara Rey y asegurar que esta tuviera el reconocimiento que él consideraba adecuado. Esta situación ha vuelto a poner sobre la mesa la cuestión de cómo el rey gestionaba su vida personal y pública, y cómo las dos esferas se entrelazaban de manera complicada.