OKDiario está sacando a la luz estos últimos días varios audios de conversaciones entre Juan Carlos I y Bárbara Rey que no hacen más que confirmar algunos de los escándalos surgidos durante su largo legado. Sin ir más lejos, la última filtración consiste en un audio de 1994 en el que Juan Carlos I expresa a Bárbara Rey su enfado por el descubrimiento y la publicación de algunos medios de comunicación de su romance con Marta Gayá.
En el audio, el monarca se queja amargamente de cómo los medios rompieron la "omertà" que protegía su vida privada, cuando en 1992, tanto El Mundo como Época hicieron públicos detalles sobre su relación con Gayá, a quien llamaron "La dama del rumor". El rey, molesto por la exposición mediática, aseguró que estaba dispuesto a tomar medidas drásticas.
La filtración del romance con Gayá fue un golpe que irritó profundamente al emérito, quien achacó gran parte de la responsabilidad al exjefe de la Casa Real, Sabino Fernández Campo. En el audio, el rey menciona que había decidido “coger al toro por los cuernos” para detener la ola de rumores. Estas confesiones reflejan no solo la relación del monarca con Gayá, sino también el nivel de intervención de la prensa en su vida privada.
Lo que puede escucharse exactamente en los audios publicados por OKDiario es: "Yo agarré tal cabreo que, después de lo de Época, con unas declaraciones de Sabino diciendo que la culpa de todo la tenía Mario Conde y… en verano, que salió… y luego un artículo también diciendo que si en una revista italiana[Oggi]que habían… todo eso que había salido hace dos años… o hace tres… Bueno, pues un día me harté y dije: '¿Sí?, pues por los… por los cojones voy a coger yo esto. Al toro voy a cogerlo por los cuernos'".
El romance con Marta Gayá
Marta Gayá, socialité mallorquina y amiga íntima del biógrafo de Juan Carlos I (Jose Luis de Villalonga), mantuvo una relación estable con Juan Carlos I durante años, llegando incluso a recibir sumas millonarias del rey, lo que añadía otra capa de controversia. Durante esos años, los medios habían especulado mucho sobre su relación, pero sin llegar a tener pruebas concluyentes hasta que los rumores se destaparon en 1992. Además, se reveló que el monarca le transfirió a Gayá grandes cantidades de dinero a través de cuentas offshore, lo que volvió a colocar su vida personal bajo el escrutinio público.