Palma de Mallorca se ha convertido, un verano más, en el refugio estival predilecto de la Familia Real española. Como ya es tradición, Felipe y Letizia, acompañados por sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, se trasladan al archipiélago balear poco antes de iniciar sus vacaciones privadas. Ahora, el jefe del local donde suelen comer ha hablado y ha asegurado que "siempre están dispuestos a entablar una conversación".
Durante la estancia, se alojan en el Palacio de Marivent. Una imponente residencia ubicada sobre los acantilados de Cala Major, con más de 33.000 metros cuadrados de jardines, pinares y vistas privilegiadas al Mediterráneo. Esta construcción, que data de los años veinte y fue dirigida por Joan de Saridakis, es testigo cada año del descanso estival de los monarcas.
Además de sus compromisos institucionales, Felipe y Letizia aprovechan su tiempo libre para disfrutar de la rica gastronomía mallorquina. Uno de sus destinos culinarios favoritos, como ha podido confirmar SEMANA, es el restaurante Ola del Mar, ubicado en el número 1 de Carrer del Vicari Joaquim Fuster. Se trata de un local de referencia en la isla, conocido por la calidad de sus productos y la creatividad en sus elaboraciones.
Felipe y Letizia suelen frecuentar este local en Mallorca
Pedro Luis, director del restaurante, ha compartido con este medio algunos detalles inéditos de las visitas de la Familia Real. Según revela, en los últimos ocho años, Felipe, Letizia y sus hijas han visitado el restaurante en al menos seis ocasiones. “Siempre están dispuestos a hablar con nosotros”, afirma con una sonrisa.
“Son extremadamente amables, humildes y cercanos. Nunca han pedido un espacio exclusivo ni trato preferencial. Se sientan como cualquier otro cliente”.
El rey Felipe, especialmente interesado en la cocina, no duda en preguntar por los ingredientes y técnicas utilizadas en los platos. “Se interesó mucho por cómo preparamos algunos de nuestros clásicos”, comenta Pedro Luis.
Entre sus elecciones favoritas figuran los calamares salteados con sobrasada y salsa teriyaki, el rodaballo, el gallo. Y como broche final, la tarta Sacher de chocolate y los tradicionales buñuelos de ensaimada.
Los encargados de la seguridad de la Casa Real siguen un protocolo cada vez que Felipe y Letizia salen a comer
Pese a su cercanía, el protocolo no se descuida. Antes de cada visita, los servicios de seguridad de la Casa Real inspeccionan meticulosamente el local.
Aun así, el ambiente es relajado y natural. “Siempre muestran respeto y curiosidad, y el trato con el personal es impecable”, añade el director.
Sin duda, Ola del Mar se ha convertido en un rincón muy especial para los reyes. Un lugar donde, según palabras de Pedro Luis, “siempre están dispuestos a conversar, compartir y disfrutar como uno más”.